Alejandra Kreisler (Madrid, 1984) estaba destinada a vivir entre artistas. Heredera de una de las sagas familiares más importantes de la industria del arte —es nieta de Edward Kreisler—, sigue un legado de más de medio siglo dedicado a este oficio, pero ha sabido forjar un espacio propio sin permitir que su apellido le haga sombra. La galería Kreisler, fundada en 1965 por Araceli y Edward Kreisler, no solo se consolidó en Madrid, sino que extendió su influencia a Nueva York, Miami, Barcelona y Marbella, alcanzando su apogeo en las décadas de los 80, 90 y 2000.
Alejandra comenzó a explorar el oficio en la galería familiar desde joven. «Creo que vivir rodeada de creatividad y expresiones tan diversas fue lo que me inspiró a buscar mi propio camino en el arte», recuerda. Y lo encontró. En 2016 comenzó a trabajar junto a Okuda, como directora de exposiciones y ventas. Durante diez años, fue pieza clave en el desarrollo y la expansión de la carrera del artista cántabro. Ahora, da un nuevo paso en su carrera lanzando The Partners, una consultora especializada en proyectos de arte contemporáneo que ha creado junto a Ana Llorente Torres (Directora de Proyectos), Nacho Blumen (Director de Estrategia de Marca) y Diego Carnicero (Director Creativo). Además, ha lanzado su propia agencia de representación de artistas, Big Days, que cuenta con talentos como la artista digital Lola Zoido, el ilustrador Sergio Mora y la pareja artística Brillo y Fantasía.
¿Cómo es la vida de una niña que pertenece a la tercera generación de una familia dedicada al mundo del arte?
Crecer en una familia tan vinculada al arte fue algo único. Desde pequeña, estaba rodeada de obras y artistas, y eso inevitablemente te va moldeando. Las visitas a la galería de mi familia, las inauguraciones, los viajes para descubrir arte en otros lugares… El arte era parte de nuestro día a día y también una forma de entender el mundo.
¿Existe cierta presión por vivir a la altura del legado artístico de tu familia?
Más que presión, lo siento como una responsabilidad y un privilegio. Mis abuelos, mi tío y mi padre crearon un legado importante en el mundo del arte, y para mí es un honor poder continuar en esta industria, aunque desde mi propia perspectiva. A lo largo de mi trayectoria, he buscado combinar esa herencia familiar con mi visión contemporánea, creando proyectos como ThePartners y BigDays, que reflejan mi manera de ver el arte en la actualidad. Siempre trato de aportar algo nuevo, sin perder el respeto por todo lo que ellos construyeron.
Hace poco lanzaste ThePartners, consultora especializada en proyectos de arte contemporáneo. ¿Cómo surge ThePartners?
The Partners surge de la idea de llevar el arte contemporáneo a otros ámbitos, como el empresarial, y de ayudar a las marcas a conectar emocionalmente con sus audiencias a través del arte. Queríamos crear una plataforma que permitiera trabajar tanto con instituciones como con marcas, desarrollando proyectos que reflejaran la esencia y el impacto del arte contemporáneo en la sociedad. Nos encanta acercar a las marcas al trabajo de artistas como Alejandro Monge, con el que tenemos un proyecto entre manos, y cuyas obras invitan a la reflexión y generan un vínculo auténtico con el público. Es una manera de fusionar cultura, arte y comunicación de una forma que resuene realmente con la audiencia.
¿A qué desafíos os enfrentáis?
El gran desafío radica en equilibrar el valor artístico y cultural de sus proyectos con la viabilidad económica y el impacto en las audiencias, cumpliendo siempre con los objetivos específicos de nuestros clientes.
Cada uno de nuestros proyectos implica la colaboración entre artistas que buscan expresar una visión única y clientes que desean resultados medibles, de modo que nuestro gran reto es ofrecer a nuestros clientes una propuesta de valor que combine la autenticidad artística, la relevancia cultural y la viabilidad económica, asegurando que cada proyecto logre cumplir con las expectativas del público.
A nivel interno, nuestro gran reto es, sin duda, expandirnos y competir a nivel global, acompañando a nuestros clientes en todos los mercados en los que están presentes.
¿Cuál es la asignatura pendiente del cercado del arte en España?
El mercado del arte en España ha crecido mucho, con una mayor apertura hacia el arte contemporáneo y las nuevas tecnologías. Sin embargo, uno de los desafíos es dar más visibilidad y apoyo a los artistas jóvenes, así como fomentar el coleccionismo desde edades más tempranas. También creo que el sector necesita más apoyo institucional y una mayor inversión en cultura para que el mercado pueda desarrollarse plenamente.
¿Qué papel crees que juega el arte en la creación de conexiones reales entre las audiencias y sus entornos, teniendo en cuenta el contexto social y cultural actual?
El arte tiene un poder único para conectar a las personas con sus emociones y con su entorno. En un mundo donde estamos constantemente expuestos a estímulos, el arte nos invita a detenernos, a reflexionar y a experimentar algo genuino. En el contexto actual, creo que el arte es una herramienta fundamental para construir diálogos y para recordarnos lo que realmente importa. Es una forma de comunicación universal que nos permite conectar, más allá de las palabras.
¿Cómo conviven arte y redes sociales como Instagram o Tik Tok?
Las redes sociales han cambiado la forma en que el arte se muestra y se consume. Plataformas como Instagram y Tik Tok han democratizado el acceso al arte, permitiendo que artistas de todo el mundo lleguen a una audiencia global. Aunque la experiencia de ver una obra en persona sigue siendo insustituible, las redes permiten una difusión más amplia y rápida. Eso sí, es importante encontrar un equilibrio y no perder de vista la profundidad y el contexto que cada obra merece.
El arte y las galerías provocan cierta distancia. ¿Por qué crees que ocurre esto?
Creo que la distancia viene en parte de una percepción de exclusividad que históricamente ha rodeado al arte y a las galerías. En muchos casos, la gente siente que necesita un conocimiento previo para disfrutar del arte, pero eso no es cierto. El arte es para todos, y uno de mis objetivos en mis proyectos es justamente romper esa barrera y acercar el arte a públicos más amplios, haciéndolo más accesible y cercano.
¿Qué consejo darías a jóvenes interesados en desarrollar su carrera en arte contemporáneo?
Que sean auténticos y encuentren su propio lenguaje. El mundo del arte puede ser complicado, pero la clave es la constancia y la pasión. Les diría que trabajen duro, que se rodeen de personas que les inspiren y que no tengan miedo de explorar diferentes medios y formatos. También es fundamental entender el mercado y adaptarse a los cambios sin perder la esencia de lo que quieren expresar.
Si te digo: futuro…
Me imagino un futuro en el que pueda seguir haciendo lo que hago, viendo el éxito de los artistas que representamos y expandiendo nuestro negocio a nivel internacional. También me gustaría explorar una aventura más institucional, colaborando con museos o instituciones en proyectos de gran alcance, algo que todavía no he hecho tanto y que siento como un reto personal.