Viajar sin seguro médico, riesgo de ruina

Operar una apendicitis de urgencia puede costar 6.300 euros en México

Un viaje idílico al Caribe puede tornar en pesadilla con un simple esguince. En México, si un extranjero sin seguro sufre una apendicitis, tendrá que desembolsar unos 6.300 euros para operarse en el momento. Un tropezón caminando por la playa también puede resultar muy caro. Tratar un simple esguince en Tulum puede costarte 4.600 euros, pero si además tu situación de salud se complica, la atención en cuidados intensivos se puede disparar por encima de los 8.000 euros.

Según un análisis realizado por Allianz Partners España, hay países donde la asistencia médica es prohibitiva si no has contratado un seguro médico antes de emprender el viaje. Los países con mayores costes médicos son Estados Unidos, Canadá y Japón, seguidos de Tailandia, Hong Kong, México y la República Dominicana.

De esta manera, tener la mala suerte de sufrir una hernia umbilical durante tu luna de miel en Nueva York puede costar más de 66.000 euros, un coste inimaginable para un ciudadano español, que está acostumbrado a la sanidad pública.

“Hemos visto muchos casos donde un solo día de hospitalización por una apendicitis supone más importe que el viaje pagado. También, en ciertos destinos, el hospital no atiende al viajero hasta haber pagado por anticipado la operación necesaria. Viajar sin seguro es un riesgo que muy pocas personas pueden asumir, ya que implica disponer de una gran liquidez para sufragar todos estos gastos de forma urgente”, dice Borja Díaz, Consejero Delegado de Allianz Partners.

Además, las compañías aéreas ya no permiten el uso de camillas en los vuelos comerciales, así que si por una emergencia, si necesitas por ejemplo una repatriación, debe realizarse en aviones sanitarios. Y sale muy muy caro. Un traslado de estas características desde Senegal asciende a los 100.000 euros. Palabras mayores.

En situaciones mucho más leves, pero que impiden al viajero regresar en el vuelo previsto, como una otitis tan habitual en pleno verano, obliga a comprar un billete nuevo de regreso a España, y la broma puede ascender a más de 3.000 euros desde destinos como la República Dominicana.

“Un claro ejemplo es el de un matrimonio español que volaba a Ko Samui, Tailandia, para celebrar su reciente jubilación. Ella empezó a encontrarse mal nada más llegar y en el centro de salud local le dijeron que necesitaba una cirugía urgente, pero que allí no podían atenderla. Así que tuvo que ser trasladada al hospital de Bangkok, donde fue intervenida para ponerle un bypass y desde donde, un día más tarde, fue repatriada. Solo los gastos sanitarios ascendieron a más de 45.000 euros” explica Dolores Díaz, Head de Operaciones de Asistencia Médica de Allianz Partners.

Y aunque parezcan casos aislados y episodios de mala suerte, son más habituales de lo que pensamos. Ocurrió en un viaje de amigas en Tailandia, según comenta la propia aseguradora. El primer día, una de ellas se tropezó en uno de los embarcaderos de las instalaciones del hotel y se rompió los huesos de la mano. Los costes de la operación en un hospital del país eran muy elevados, necesitaba clavos e instrumental especial. Consiguió volver en un avión hospitalizado porque tenía seguro. “Recuerdo perfectamente estar en el hospital en Tailandia, muy dolorida e intentándome expresar lo mejor posible en inglés. Fue una odisea. En ese momento solo piensas en volver a casa cuanto antes.”.

Sucedió algo parecido con una mujer colombiana que regresaba a casa desde Palma de Mallorca para pasar la Semana Santa. Pero en el avión le dio una trombosis y el piloto tuvo que aterrizar en las Azores para que recibiera atención médica. “Me vi sola en Azores en plena Semana Santa sin poder volver a casa porque estaban todos los vuelos y alojamientos reservados. Pero los técnicos consiguieron que pudiera volar hasta Lisboa. Pasé la noche en un hotel allí, y al día siguiente volví a Palma de Mallorca”.

Si ya es difícil ahorrar para poder irte de vacaciones en verano, mucho peor puede ser tener un gasto imprevisto como padecer una enfermedad o sufrir un accidente lejos de nuestra casa. “El seguro de viaje no es importante solo por evitar estos gastos, sino por contar con un equipo médico experto que pueda valorar la situación de cada viajero. Muchos de nosotros no sabemos que no se puede volar, por ejemplo, con una escayola completa, o tras una intervención abdominal, una otitis, afecciones pulmonares, infarto… El comportamiento del cuerpo humano en el aire reacciona de forma muy diferente y tener un equipo médico que analiza cada caso de forma individual y dictamina cuál es la mejor forma de viajar, es uno de los aspectos más importantes”, cuenta el consejero delegado de la aseguradora.

Ser previsores, pensar en los contratiempos antes de emprender el viaje puede hacernos ahorrar mucho dinero.

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