¿Un feminismo dividido?

Las distintas corrientes feministas chocan en prostitución, identidad de género y vientres de alquiler principalmente, pero lo cierto es que el movimiento nunca en su historia ha estado unido ni ha sido un bloque unitario

El feminismo siempre ha estado dividido KiloyCuarto

Lo hemos oído durante los últimos años de forma constante ‘se ha dividido el feminismo‘, ‘manifestaciones separadas‘, pero lo cierto es que el movimiento jamás ha estado unido, ni ha sido un bloque unitario. Por supuesto que existen temas que tensionan las distintas corrientes, sin embargo la división ha sido la constante desde casi sus inicios. Tiene sentido porque se trata de una fuerza transversal.

Una mujer con la cara pintada participa en una manifestación en conmemoración del Día Internacional de la Mujer

Una mujer con la cara pintada participa en una manifestación en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

En la actualidad, los distintos feminismos chocan, en general, en varios temas concretos. Siendo la prostitución, la identidad de género y los vientres de alquiler las tres principales aristas de las diferencias, pero no las únicas.

Las tensiones de ahora no son las peores de la historia

Beatriz Gimeno, política, escritora y exdirectora del Instituto de las Mujeres “cree que el movimiento feminista siempre ha vivido con enormes tensiones internas. Aunque nos parezca que las de ahora son las peores, no lo son. En mi juventud, las tensiones entre feministas de la igualdad y de la diferencia eran terribles y en otros países, cuando lees a las activistas de los 70 te das cuenta de hasta qué punto las divisiones llegaban a ser tremendas y afectaban a lo personal”.

Para entenderlo recomienda leer el artículo de Susan Faludi en la muerte de S. Firestone. “Así que, nada nuevo en ese sentido. Claro que el uso de las redes y de la desinformación, el trumpismo etc. añaden aun más violencia y, sobre todo, deshumanización de la Otra”, apunta.

Personas trans luchan por sus derechos en una manifestación celebrada el año pasado en Madrid

Para Gimeno, “hoy dividen al feminismo muchas cosas pero lo que lo atraviesa entero es la lucha por la hegemonía política que se ha visto sacudida por la cuarta ola en todo el mundo. El feminismo surgido de Beijing 1995, un feminismo institucional y liberal, que tenía como objetivo iguales derechos, frente a un feminismo que se sitúa fuera de las instituciones, que se ha hartado de ese lugar y que es profundamente anticapitalista (obviamente, el feminismo institucional no puede serlo)”.

Feminismo y capitalismo

La exdirectora del Instituto de las Mujeres cree que “el feminismo de la tercera ola se despertó dándose cuenta de que el conflicto capital-vida nos atraviesa a todas pero a las mujeres especialmente. Nosotras no podemos ser iguales en el capitalismo, necesitamos de fuertes servicios públicos como poco. Todas las divisiones que estamos viviendo en este momento de alguna manera remiten a esta fundamental., aunque se disfracen de otra cosa”.

Carolina Pulido, exconcejal de Más Madrid, consultora en temas de género e infancia y experta en masculinidades, tampoco compra el marco de un feminismo dividido, “como si el feminismo aludiera a un sujeto único. Prefiero hablar de feminismos y de corrientes distintas dentro de un mismo movimiento. De la misma manera que hay diferentes corrientes en todos los movimientos sociales y políticos que comparten un objetivo común pero caminos diferentes”.

Por eso considera que “esto no implica que no haya conflictos entre las diferentes corrientes, y este conflicto además, está amplificado o “tuiterizado” por un sistema que teme al feminismo porque es la única ideología o movimiento que realmente puede poner en jaque al sistema capitalista y patriarcal, planteando un cambio de paradigma. O lo que es lo mismo, es el único movimiento que plantea cambios políticos, sociales, económicos y culturales estructurales y de calado. Y este conflicto dentro del movimiento, que como digo se ve amplificado por quienes temen perder el control, se debe en cierta medida, a una lucha de poder entre dos espacios políticos que responden además a dos realidades generacionales”.

Dos generaciones de feministas

Pulido las divide entre “una generación de feministas a las que debemos mucho, pero que les está costando (como a cualquier generación) ajustarse a unos cambios sociales que acontecen además de una manera muy acelerada, y otra generación que viene con ganas de tomar el relevo y que quizás, con un poco de altanería propia de la inexperiencia y juventud, le cuesta un poco más de la cuenta hacer pedagogía para ser capaz de facilitar esa transición”.

“Todo esto dicho con muchos matices y muchas derivadas que complejizan el análisis pero que requieren un debate más extenso. Pero vamos, que todo esto no es nuevo, en el feminismo nunca ha existido una corriente única, siempre han tenido cabida las divergencias. No es cierto el relato de que es ahora cuando el feminismo está dividido”, insiste.

Interés en generar un marco de conflicto

“Por poner ejemplos relativamente cercanos, en los años 70 teníamos el eterno debate encarnizado entre el feminismo de la igualdad y el feminismo de la diferencia, e incluso dentro del feminismo de la diferencia estaban las estructuralistas y las constructivistas. Vamos, diferentes corrientes dentro de un mismo movimiento. Y todo esto ha derivado en que siempre, salvo excepciones muy recientes se hayan celebrado dos manifestaciones el 8 de marzo. Como digo, no es algo nuevo pero si hay un interés en generar un marco de conflicto”, concluye.

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