La tragedia ha golpeado nuevamente en alta mar. Un pesquero, el Argos Georgia, naufragó en las frías y traicioneras aguas de las Islas Malvinas, dejando por el momento nueve fallecidos (dos de ellos españoles), cuatro desaparecidos (dos de ellos de la comunidad de Galicia) y 14 supervivientes (seis españoles). El naufragio que involucra a tripulantes de todas las nacionalidades, ha sacudido a las comunidades marítimas y familiares de las víctimas, y ha puesto de manifiesto una vez más los peligros inherentes a la vida en el mar.
El pesquero Argos Georgia, dedicado a la pesca en aguas profundas, se encontraba faenando en la región de las Islas Malvinas cuando tuvo lugar el desastre. El barco contaba con una tripulación de 27 personas, entre las que se encontraban 10 españoles, además de marineros rusos, indonesios, uruguayos y peruanos. El siniestro ocurrió en circunstancias aún por esclarecer, pero sí determinadas por malas condiciones meteorológicas en la zona.
Uno de los desaparecidos, Juan Antonio García Rey, mecánico naval, es vecino de Ribeira. Había embarcado por primera vez en el Argos Georgia para entrenarse y en breves fechas iba a relevar al jefe de máquinas, a punto ya de jubilarse. Juan Antonio, conocido como Pichón, pertenecía a la peña Cajabois Island y colaboró poco antes de embarcarse en la organización de la Festa da Dorna en su municipio. “Estuvo disfrutando con nosotros, como cada año, de los preparativos de la fiesta. El miércoles estuvo participando en la decoración del rocódromo. Se embarcó con la tristeza de no haber podido disfrutar ni del primer día de la Festa da Dorna”, dijo David, uno de sus amigos en una información publicada por El Faro de Vigo. El mismo reportaje recuerda que formó parte de la tripulación del Alakrana, el atunero congelador español que fue secuestrado por piratas somalíes en 2009 y posteriormente liberado tras el pago del rescate. Del otro desaparecido, Antonio Barreiro Torea, no han trascendido detalles.
Las operaciones de rescate a 200 millas de las Malvinas se iniciaron de inmediato tras conocerse el naufragio. El pesquero Puerto Toro logró recuperar dos cuerpos, mientras que el Robin M. Lee, con base en Cangas, rescató a un superviviente y otro cadáver. Las operaciones han sido extremadamente difíciles debido a las adversas condiciones meteorológicas que han imperado en la zona. La baja visibilidad, el fuerte oleaje y los vientos huracanados han impedido que los helicópteros de rescate puedan despegar, complicando aún más la situación.
Las condiciones meteorológicas en las Malvinas han sido el motor de la tragedia
El clima en las Malvinas es notoriamente impredecible y peligroso, con condiciones que pueden cambiar rápidamente de calma a tormenta. En esta ocasión, las malas condiciones han jugado un papel crucial en la dificultad de las operaciones de rescate y en el propio accidente. Las aguas frías y el oleaje intenso hacen que la supervivencia en el mar sea extremadamente complicada, incluso con el equipamiento adecuado.
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas exactas del naufragio. Se examinarán todos los aspectos, desde las condiciones del barco hasta los informes meteorológicos y los testimonios de los supervivientes. El objetivo es tanto esclarecer los hechos como aprender de este accidente para mejorar las medidas de seguridad y prevención en el futuro.