La cabeza de lista del PSOE para las elecciones europeas, Teresa Ribera, ha señalado este martes en una rueda de prensa organizada por EFE que “no se puede aceptar” que Ursula von der Leyen, candidata popular a la presidencia de la Comisión Europea, haga “guiños” a la ultraderecha. Una referencia a las palabras de la política alemana en las que no cerraba las puertas a un pacto con la primera ministra italiana Giorgia Meloni.
Pese a que las criticas recibidas estos días a raíz de la pregunta que le realizaron sobre un posible acuerdo con Meloni, Ribera ha subrayado que ella “jamás ha abierto la puerta a pactar con Meloni”. Asimismo, la todavía vicepresidente tercera y ministra para Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha reivindicado que “es capital decir no a la ultraderecha”, además de señalar como “perturbador” los llamamientos que Marine Le Pen ha hecho a Meloni para “consolidar a la ultraderecha” como un peso fuerte en el Parlamento Europeo y “hacerse con la agenda europea”. Una cuestión que, según Ribera, choca con la intención por la que se crearon las instituciones europeas después de la Segunda Guerra Mundial.
Sobre la “normalización”, como la candidata socialista ha dicho, que en España hace el PP y en Europa presuntamente pretenden hacer de la ultraderecha, ha señalado que la familia socialdemócrata “no lo va a hacer”. Es por ello que ha hecho un llamamiento a los populares, liberales y verdes europeos para que apuesten, junto a ellos, de manera decidida por la “defensa de la democracia” frente a ese “modelo excluyente”.
Ligándolo con el aspecto nacional, ha puesto como ejemplo la normalización que el PP ha hecho al introducir a Vox, partido que ha calificado como “ultraderecha”, en las instituciones, lo cual ha generado una “reducción” de derechos y servicios públicos.
“Genocidio” en Gaza
Al ser preguntada sobre la prioridad gubernamental del reconocimiento del estado palestino sobre cuestiones como la ley de amnistía, Ribera ha indicado no tener “ningún inconveniente en hablar de ningún tema”. Aunque tampoco cree que la situación en Palestina permita más “dilaciones”, ha venido a resumir su postura sobre esta cuestión concreta.
En este sentido ha repetido el discurso emitido por Pedro Sánchez este martes en el que se ha elevado la idea de que este “no es un paso contra nadie, es un paso de defensa de los derechos humanos basado en reglas”.
Sobre esta cuestión, ha dedicado un tiempo para preguntar al PP si cree que existen violaciones de los derechos humanos y qué opinan sobre la solución de los dos estados. Una medida, ha dejado caer la ministra socialista, que las dos “familias más extremistas en Israel y Palestina parecen rechazar de frente, pero a la hora de la verdad no proponen nada como solución”.
En relación a la calificación de “genocidio” que la ministra de Defensa, Margarita Robles, hizo sobre lo ocurrido en Gaza, ha declarado que ese es un término que deben otorgar los tribunales. Pese a ello, la ha compartido y ha señalado que lo vivido es algo “muy parecido a lo que en términos comunes conocemos como genocidio”.
Por ello, y tomando como referencia los principios de las Naciones Unidas, ha recordado a Israel que su gobierno debe mantener esa actitud de respecto “como estado democrático que es”.