Os voy a contar la historia de una joven llamada Sybille de Malet (Francia, 1991) que llevó a un grupo de personas sin hogar ante el Papa Francisco. Consiguió que el sumo pontífice les concediera más horas que a nadie e hizo posible el libro “De los pobres al Papa y del Papa a los pobres”, publicado en 2022 por la editorial Voz de Papel.
El viaje de los pobres al Vaticano
Sybille de Malet ha sido -desde 2016 y hasta hace unos meses- la directora internacional de la Fundación Lázaro . La fundación promueve la convivencia de jóvenes con personas sin hogar, con el objetivo de que convivan con dignidad en un ambiente familiar en el que se les reconozca como personas. En 2020, cuando cumplía su décimo aniversario, Sybille quiso llevar a los pobres a conocer en persona al Papa.
Como no podría ser de otra manera, tratándose del hombre que era, el Sumo Pontífice rompió los límites de agenda que le imponía su secretario personal para escuchar y estar con los más necesitados. Mientras a un primer ministro condecía 30 minutos, a este grupo de gente sin hogar, en situación de calle, en riesgo de exclusión y en situación extrema de desigualdad, les concedió audiencias de hasta 9 horas y colaboró con ellos para la publicación del libro “De los pobres al Papa y del Papa a los pobres”, en el que Sybille y su equipo consiguieron reunir hasta 1200 cartas de pobres de todo el mundo para que el Papa pudiera escuchar sus voces y darles una respuesta. Me cuenta emocionada que el Papa Francisco hizo lo que habría hecho el mismo Jesús, estar con los más desvalidos, atenderles, darles la mano, hacerles sentir importantes, abrirles su corazón.

“Jesucristo se hizo pobre por vosotros” (cf. 2 Co 8,9), mensaje del Papa Francisco en la VI Jornada Mundial de los pobres
Tuviste la suerte de conocerle personalmente. Háblame del Papa, Sybille
En 2020, cuando Lázaro Francia iba a celebrar su décimo aniversario, quisimos organizar un viaje de todos los Lázaros del mundo para visitar al Papa. Entonces llegó el Covid. Ante la dificultad para organizar el encuentro, propusimos al Vaticano que el Papa hiciera un zoom con todos ellos y el mismo Papa Francisco nos contestó con una carta manuscrita para decirnos que, ¡claro que sí!.
“Fuimos las primeras personas que recibía desde el confinamiento”
Normalmente, el Papa tiene audiencias de 30 minutos. Fuimos a Santa Marta un grupo de ocho personas heridas, algunos enfermos, y fuimos las primeras personas que recibía después del confinamiento. Su secretario nos dijo, el Papa es muy sencillo, comportaros tal y como sois. Llegamos con miedo a contagiarle y nos abrazó, sin más. Nos sorprendió muchísimo.

¿Cómo era en el tú a tú?
Era muy cercano. Contactamos en directo con 200 personas sin hogar de todo el mundo. Me senté a sus pies para acercarme al micrófono mientras traducía, saltándome el protocolo y nada de eso le importó. Me hizo sentir como si fuera su nieta. Me preguntaba, ¿estás bien? ¿Hablo mucho? ¿Necesitas agua? ¡El mismo Papa me trajo un vaso de agua! Todo el tiempo estaba preocupándose por mí.
¿Y cómo surgió la idea del libro?
Le pregunté, como hay tantas personas que quieren hablar con usted, ¿ qué le parece si hacemos un libro con preguntas de todos los pobres del mundo? Y me dijo sí. Recibimos más de 1200 preguntas de gente sin hogar, unos estaban en la cárcel, otras eran prostitutas, otros vivían en favelas…El Papa Francisco nos pidió que seleccionáramos 100, porque la mayoría de las preguntas se repetían, y cuando las tuvimos listas él dijo que las contestaría a todas, una a una, por audio.
“Él siempre subrayaba la importancia de la relación humana y de compartir el sufrimiento”
Le propusimos volver a Santa Marta con una selección de 8 personas sin hogar para que pudiera charlar con ellos y dar respuesta a esas preguntas. Nos invitó a pasar unos días antes en Santa Marta para que ellos se sintieran cómodos. Cuando llegó el día, teníamos 40 minutos estrictos y sin embargo él hizo que se convirtiera en un encuentro de amigos de tres horas.

Al final del encuentro, como quedaban 80 preguntas, nos dijo; ¿cuándo estáis disponibles para la próxima reunión? Nos quedamos atónitos. Le dije a su secretario que teníamos que volver y que nos había dicho que reserváramos 3 horas y él me dijo que eso no era posible bajo ningún concepto. Al final no fueron 3, fueron 4 horas más las que nos concedió. Éramos un grupo de Lázaro con personas sin hogar y nos dio más tiempo que a nadie. Todo ha quedado escrito en “De los pobres al papa y del papa a los pobres”.
“Nos dijo que somos nosotros los que tenemos que construir el mundo y hacerlo mejor”
¿Por qué crees que le importaban tanto las personas sin hogar?
Era el Papa de las periferias, quería que cada persona conociera el amor de Dios. Daba igual si estaban en la iglesia o no, yo diría que incluso estaba más preocupado por los que no le conocían. Para él las personas sin hogar eran las personas olvidadas, a las que hacemos cada vez más daño por nuestro individualismo, él iba hacia ellas para escucharlas, atenderlas. Les trató como amigos. Uno del grupo dijo que tenía hambre y nos dio dinero para ir a comer a su pizzería favorita.
¿Cuál fue la esperanza que os transmitió?
Cuando estábamos con él llegaba a nuestro corazón una alegría inmensa, una gran paz. Esto te lo podemos contar todos los que estuvimos allí. Ese sentimiento nos transformó y hoy nos mueve para hacer el bien.
Nos dijo, que somos nosotros los que tenemos que construir el mundo y hacerlo mejor. Que somos nosotros los que tenemos que comprometernos con el mundo para mejorarlo hoy mismo y que con eso basta, pues el mundo será mejor. Y aquí me gustaría subrayar y poner de relieve que nos lo decía a todos nosotros, incluso a Christian que tiene sus problemas psiquiátricos, a Diana que salía de la calle…, nos lo decía a todos nosotros y por eso creo que nos impactó tanto.
“Se vieron reconocidos en su sufrimiento”
¿En qué medida crees que han ayudado o mejorado estos encuentros con el Papa Francisco la situación de los sin hogar?
Yo creo que lo que ha cambiado para ellos es que se han sentido reconocidos y reconocidos y también reconocidos en su sufrimiento. ¿Y sabes? Las personas sin hogar no se sienten reconocidas, no se sienten vistas. Yo creo que en ese sentido ha mejorado su situación. Muchos iban al encuentro muy enfadados con Dios y volvieron transformados. El Papa les permitió descubrir o recordar que Dios está con los pobres, que Dios está con ellos.
Considero que también ayudó mucho a lanzar el mensaje de que las personas salgan de su comodidad y vayan a conocer a los demás. Muchas personas se han sentido llamadas a servir a los más pobres gracias a él. Cuando le enviamos el borrador con las respuestas escritas no cambió nada de lo que había dicho. Nosotros descubrimos al hombre. Al hombre sencillo a quien le tocó liderar la Iglesia. Nos acogió como personas importantes. En el Vaticano. Dándonos más tiempo que a nadie. Esto cambió para siempre a muchos sinhogar como Ricardo, que después de sentir el amor y la confianza del Santo Padre volvió a confiar en la vida y en las personas.
Desde 2011, la Fundación Lázaro ha acogido a más de 772 personas sin hogar en un total de 21 casas de acogida que tienen abiertas en España, Francia, Bélgica, Suiza y Ciudad de México. Inglaterra, Canadá y Portugal se plantean como próximas aperturas.