¡Din, Don! ¡Campanas escucho! La “feliz” navidad, y el mal tiempo, ya están aquí, abriendo sus fauces y se acercan dispuestos a tragarnos a todos sin masticar. Y con ellos los festejos del curro, los saraos familiares, con sus respectivas frustraciones, desencuentros y cogorzas de la mano de los aconteceres asociados a las bajas temperaturas, el nacimiento de Cristo, para algunos, y para otros, la llegada de Papá Noel o de los Reyes.
Situaciones todas ellas de alto voltaje social y laboral, con las emociones políticas y económicas a flor de piel y con el cambio de valores estructural y el derrumbamiento del sistema que conocimos de niños, apuntándonos al corazón, para bien, supongo. Y, como soy bondadosa, con cientos (miles) de horas de fiestas y 47 años de pascuas a mis espaldas, he decidido compartir con vosotras las saludables bases que implementaré para mí misma, empezando por tomar suplementos, como lacasitos, y por cuidar de la salud mental, ese tesoro, majas.
Cita contigo misma: Si necesitas un poco de paz y soledad antes del vendaval festivo que llegará para arrasarnos y llevarse nuestra casa volando al país de Oz, te recomiendo una aventura única recorriendo el mítico Camino Schmidt, una ruta clásica y muy bella del montañismo en la Sierra de Guadarrama; historia y la naturaleza desde el Puerto de Navacerrada. Prepárate para una experiencia cargada de paisajes inolvidables, bosques que susurran que merece la pena estar vivas y un ambiente perfecto para desconectar lejos del mundo y de los “seres queridos”. Aunque el camino está bastante bien señalizado, no está de más llevar un GPS, yo me he perdido un par de veces, aunque yo…Abrígate, mete agua, chocolate y calóricas provisiones en una mochila y ponte tus botas más cómodas. Desde Madrid puedes tomar el tren de Cercanías línea C-8 hasta el Puerto de Navacerrada o ir en coche por la carretera M-601 siguiendo las señales hacia Navacerrada. ¿Lista para la aventura? Abre los ojos, camina y respira. ¡Repetirás!
Cita con el torpe: ¿Y cuánta serotonina necesitaremos para atravesar los parajes navideños? En todos los bares, jolgorios y en cada una de las reuniones que se suceden neuróticamente en las noches de noviembre y diciembre existe un individuo torpe que te derrama el vino encima o te quema con su pitillo. Si no se te ocurre nadie, lo más probable es que esa persona indeseable seas tú. En cualquier caso, siempre es más seguro tirar de estampados floridos, geométricos, lunares, tweeds, jaspeados, drapeados e incluso rayas por si eso ocurre. Llegan días en los que la inversión material y afectiva se dispara, días en los que todo debería ser perfecto, sin embargo ¿te sientes tranquila? ¿lo disfrutas?. Aunque las navidades deban ser un momento gozoso, pueden traer emociones negativas, añoranza, estrés y malos recuerdos. Mabonatur, la línea de complementos alimenticios y cosmética de Mabofarma, tiene en su catálogo un as para nuestra manga, no tan ancha como desearíamos: ¡triptófano! que funciona como precursor de la serotonina, la hormona de la felicidad, un neurotransmisor encargado de regular el estado anímico, el estrés y el apetito.
Cita con tu lover: Para mí, el mejor plan del mundo, el más gratificante después de un día completo en la cama sin hacer nada más que amar y charlar, seguido de un emocionante paseo por el campo (la naturaleza y la belleza otoñales nunca dejan de emocionarme, orgasmo espiritual) es salir a cenar en pareja, cuando tenemos, si es que tenemos, una pareja de esas con las que se habla y se escucha con todo lo que una tiene dentro. Y qué mejor destino que el romántico Benares. El restaurante indio más famoso de la capital se prepara para celebrar su 10º aniversario siendo el único de esa gastronomía con presencia en las guías Michelin y Repsol. En Benares Madrid impera la tradición, con platos más que emblemáticos como el aloo tikki (pasteles de patata rellenos de guisante); gosht rogan josh (curry de cordero); butter chicken (clásico curry de pollo); pollo tikka (pollo marinado y asado al tandoor); arroz pulao (con aroma de comino y azafrán) o el naan hecho a mano y horneado al tandoor. Por no hablar de su carta de coctelería india… ¡Y de su estanque!. Además, son encantadores, te harán sentir por una noche que el mundo es mucho mejor.