Cardenal Sixto Rossi, de Argentina

“Ojalá podamos encontrar a alguien que encarne la huella de Francisco”

El cardenal argentino Ángel Sixto Rossi, amigo íntimo del Papa Francisco, reflexiona sobre el legado del Pontífice y las expectativas del próximo cónclave

En una mañana soleada en la Plaza de San Pedro, el cardenal Ángel Sixto Rossi se detiene brevemente para conversar con los fieles que se acercan a saludarlo. Con una sonrisa serena, recuerda los años compartidos con Jorge Mario Bergoglio, desde sus días como novicio hasta su actual rol como cardenal. “Éramos muy amigos”, dice con emoción.

Nacido el 11 de agosto de 1958 en Córdoba, Argentina, Rossi ingresó a la Compañía de Jesús en 1976. Fue ordenado sacerdote en 1986 y obtuvo una licenciatura en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, con una tesis sobre el discernimiento espiritual en San Ignacio. Durante su formación, compartió residencia con Bergoglio, quien era su formador y superior. “Nuestra relación fue siempre de cercanía, de cariño. Diría que es una especie de amistad y, sobre todo, de filiación. Uno lo siente muy padre”, expresó Rossi en una entrevista con La Voz del Interior.

En 1992 fundó la organización benéfica Manos Abiertas, que brinda ayuda a las personas más pobres y vulnerables en diferentes ciudades de Argentina. Su labor pastoral y social lo llevó a ser nombrado arzobispo de Córdoba en 2021 y cardenal en 2023, con el título de Santa Bernadette Soubirous. Ahora, como uno de los cuatro cardenales argentinos que participarán en el próximo cónclave, Rossi reflexiona sobre el legado de Francisco y las expectativas para el futuro de la Iglesia.

El nuevo cardenal Angel Sixto Rossi recibe su birrete al ser nombrado cardenal por el Papa Francisco durante una ceremonia de consistorio en la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano, el 30 de septiembre de 2023.
EFE/EPA/GIUSEPPE LAMI

“Ojalá podamos encontrar a esa persona que, de alguna manera, encarne la continuidad de la huella que nos deja el Papa Francisco”, explica a Artículo14 en Borgo Pío, en las inmediaciones del Vaticano. “No tiene por qué ser igual, pero sería bueno que alguien que, habiéndolo conocido y seguido su huella, continúe este camino de cercanía, de misericordia, de diálogo con las diferencias, de ese empecinarse por la paz que a Francisco le hizo sufrir tanto en este tiempo. Son temas que no los estrena él, pero donde el Papa Francisco metió su corazón”.

“Es buena una continuidad, no un calco”

Para Rossi, la continuidad es fundamental, aunque no significa repetirlo todo al pie de la letra, sino mantener abiertas las puertas que él tanto se esforzó por abrir. “Es buena una continuidad. No debe ser un calco de lo mismo, pero sí continuar, porque hay un camino que me parece que no tiene vuelta. Ya hay un antes y un después. Siempre está la tentación del penduleo, siempre hay nostálgicos y recalcitrantes en el gremio nuestro”.

Cuando se le pregunta directamente si su apuesta es un Papa en la misma línea que Francisco, responde sin vacilar: “Por supuesto”. Y lo reafirma cuando se plantea si eso es lo que necesita la Iglesia en estos tiempos convulsos: “Sin duda”.

Creyentes católicos junto a una imagen del difunto Papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
Efe

Se trata del primer cónclave en el que participará el argentino, y afirma no estar nervioso, y se ríe mientras contesta: “Estamos en manos de Dios”. ¿Cómo se prepara un cardenal para un cónclave? “Aún no lo sé, te lo diré cuando suceda”, bromea con Artículo14, a la vez que nos pide que recemos por todos los cardenales. “No sé si será un cónclave breve o se alargará en el tiempo, pero las últimas veces parece que no han sido largos… Dios dirá”.

Uno de los principales factores que provocan que los cónclaves se alarguen es la necesidad de que los cardenales, en este caso 133 venidos de los cinco continentes, se conozcan mínimamente. “Somos hábiles para darnos a conocer”, responde con desparpajo el cardenal Sixto Rossi.

Para Rossi, el próximo Papa debe ser humilde, cercano a los pobres, “como lo fue Francisco”. “La respuesta del pueblo al pasar a saludarlo es la confirmación de esto que estamos diciendo. No es un invento, es volver al Evangelio. La gran revolución de Francisco no es una revolución distinta, sino volver al Evangelio, que debería ser obvio entre nosotros y muchas veces parece que no lo es”.

Rossi enfatiza que el cardenalato es un servicio y no un ejercicio de poder. “No somos príncipes de la Iglesia, sino servidores del pueblo de Dios”, afirmó en una entrevista con Vatican News. A medida que se acerca el cónclave, se prepara para participar con la esperanza de que el nuevo Papa continúe el camino trazado por Francisco. “Ojalá podamos encontrar a alguien que encarne la huella de Francisco”, concluye.