El apagón eléctrico que dejó sin suministro a millones de personas en España y Portugal ha marcado un antes y un después en la gestión de emergencias energéticas en la península. La caída súbita de la red ibérica, desconectada del sistema europeo en cuestión de segundos, obligó a activar el nivel 2 de emergencia nacional y movilizó a servicios de emergencia en todo el territorio.
También afectó a Andorra, y de manera parcial a Francia, Italia y Alemania. En España, todas las ciudades se quedaron sin electricidad durante horas, en la mayoría de ellas no volvió hasta casi las 5 de la madrugada.
Iniciar la desescalada del nivel 2
Las comunidades autónomas de Murcia, Castilla-La Mancha y Galicia han solicitado formalmente al Ministerio del Interior iniciar la desescalada del nivel 2 de emergencia nacional, activado tras el apagón masivo que afectó a la Península Ibérica el pasado 28 de abril.
Tal como establece el protocolo, la desescalada debe hacerse efectiva mediante una resolución firmada por el titular del Ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Por el momento, estas tres comunidades han presentado su petición, a la espera de que el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska emita una respuesta oficial.
Fuentes ministeriales no descartan que en las próximas horas se sumen nuevas solicitudes por parte de otras comunidades autónomas, a medida que se restablecen completamente los servicios básicos y se estabiliza la situación en cada territorio.
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