Minutos después de publicarse los sondeos a pie de urna de las elecciones europeas, el presidente francés Emmanuel Macron ha anunciado que disolverá la asamblea nacional y celebrará nuevas elecciones. Las elecciones francesas se desarrollan en dos rondas: la primera, que involucrará a todos los candidatos, tendrá lugar el 30 de junio. La segunda ronda enfrentará solo a los dos candidatos más votados y ya está programada para el 7 de julio.
Según el presidente francés, “no se puede fingir que nada ha pasado”. Aseguro que el resultado de estas elecciones no es bueno para su gobierno, agregando que el triunfo de los nacionalistas es un peligro para Francia y para Europa.
“La extrema derecha implica tanto el empobrecimiento del pueblo francés como la caída de nuestro país. Por eso no puedo fingir que no ha pasado nada”, afirmó sombrío.
Derrota en las europeas
El resultado ha sido penoso para Macron: su partido, Renacimiento, no logró más que un 15,2% de apoyo, frente al 58.8% del voto que recibió en la segunda ronda electoral de 2022.
Su principal rival, Le Pen, fue quien triunfó en estos comicios. Su partido, caracterizado por un corte nacionalista y populista, se hizo con un 34.4% del voto en un momento histórico y muy representativo del actual panorama francés. Una de las principales bases del partido de Le Pen es la política anti-migratoria, y la propia líder ha hecho gala en varias ocasiones de sus vínculos con Vladimir Putin, lo cual indica el camino que emprendería Francia con Le Pen al mando.
En estas elecciones, Le Pen ha sumado incluso más votos que Macron y el tercer partido, los socialistas, combinados. El líder de su facción europea es un joven de 28 años llamado Jordan Bardella, que causa sensación en redes y entre los jóvenes con su narrativa incendiaria. En declaraciones posteriores a su victoria, y sin conocer aún la decisión de Macron, pidió una redirección de la Unión Europea – hacia la derecha.
“Los franceses tenemos el derecho de reclamar el control de nuestras políticas migratorias, y de que la soberanía vuelva a cada metro cuadrado de nuestro territorio”, declaró Bardella. Mientras tanto, en la sede del Agrupamiento Nacional, en Paris, los seguidores de Le Pen celebraron la decision de Macron al grito de “disolucion, disolucion!”
Efecto dominó
Macron no es el único vencido de la noche. Bélgica también celebraba hoy elecciones generales, ganadas por la derecha nacionalista (N-VA y Vlaams Belang) en Flandes y por los liberales francófonos (MR) en Bruselas. Frente a este resultado, y tras conocerse el magro 5.9% de apoyo al partido gobernante, el primer ministro Alexander de Croo ha anunciado su dimisión.
“Pero los Liberales somos fuertes y retornaremos”, prometió de Croo, que renunciará oficialmente al cargo mañana lunes. La suya es una decisión frecuente entre los mandatarios derrotados de Bélgica: dimiten tras perder las elecciones para que le resulte más fácil al rey realizar las consultas para formar el nuevo gobierno. Y el primer ministro mantiene su posición interina hasta que finaliza el proceso.
Otro país que ha tenido un resultado malo ha sido Alemania; el partido ganador de estas elecciones ha sido el CDU que antiguamente lideraba Angela Merkel, con los ultraderechistas de AfD en segundo lugar. Entre los pasillos del Parlamento Europeo, se teme que el actual canciller Olaf Scholz, cuyo partido SPD ha sacado un magro 14%, tome una decisión similar a la de su homólogo francés.