Las crisis diplomáticas entre España y algunos países latinoamericanos, sumado al tono bronco que gastan ciertos líderes de Iberoamérica abre un clima inestable de cara a la ruta que seguirá la Princesa Leonor a bordo de Elcano a partir de enero del próximo año.
Al igual que hicieron en su momento su abuelo, el Rey Don Juan Carlos, y su padre, Felipe VI, la heredera se convertirá en una guardiamarina más a bordo de la embarcación en un periplo por las Américas de varios meses de duración, que partirá del puerto de Cádiz.
Don Juan Carlos realizó el 30 crucero de instrucción con paradas en Colón (Panamá), El Callao (Perú), Buenaventura (Colombia), Norfolk y Annapolis (EEUU). Don Felipe participó en el 58 crucero de instrucción, y se detuvo en los puertos de Las Palmas, Tenerife, Río de Janeiro, Buenos Aires, Montevideo, Salvador de Bahía, Santo Domingo y Baltimor.
El objetivo es que en alta mar la primogénita de los Reyes se convierta en una guardiamarina más y olvide su condición de heredera. Así le indicó el Rey Juan Carlos a Don Felipe cuando se despidió de él en 1987: “Compórtate como un guardiamarina más”.
No obstante, cuando el buque del 93 crucero de instrucción, en el que irá a bordo la sucesora al Trono, llegue a tierra, se convertirá en, como definen desde la propia Armada, una “embajada flotante”. Y es en ese momento cuando la Princesa Leonor hará “prácticas” de lo que se convertirá en el futuro: la primera diplomática del país. Recepciones en el barco, encuentro con las autoridades del país, encuentros con la colectividad española…
La movida situación política que asola Latinoamérica enmarca el debut de la Princesa en un contexto intenso. A lo largo de este año, España ha abierto una crisis diplomática con Venezuela y ha cancelado la asistencia tanto del Rey como del Gobierno a la toma de posesión de la nueva presidenta electa, Claudia Sheinmbaum. Según informan desde Defensa el itinerario aún no está del todo cerrado y se hará público a finales de año, pero según han informado a este medio fuentes cercanas a la Corona, el país gobernado por Maduro está tachado de la lista de destinos.
Defensa y Exteriores trabajan desde hace meses con las autoridades de los distintos países a visitar para que no haya ningún fallo en el dispositivo de seguridad. Colombia, Perú, Brasil, Argentina y Chile son países que forman inicialmente parte del listado de naciones a visitar. Según ha podido saber este medio, Cartagena de Indias es una parada en la que se tiene mucho interés por los lazos históricos que mantiene con la historia de España. La “llave de las Indias” fue disputada entre nuestro país e Inglaterra, consiguiendo finalmente el almirante Blas de Lezo hacerse con la ciudad.
Las relaciones diplomáticas entre Argentina y España no pasan por su mejor momento. Tras una guerra de insultos entre el presidente Javier Milei y el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, el Gobierno de Pedro Sánchez llamó a consultas a la embajadora española en Argentina tras negarse el líder argentino a disculparse.
México, Perú, Colombia y Chile forman la alianza del Pacífico, que busca consolidar un área de cooperación en materia de desarrollo. Las relaciones entre el presidente del país chileno y Sánchez atraviesan un buen momento, ambos son de izquierdas y han emprendido alianzas en congresos internacionales dentro de la ONU para “frenar a la ultraderecha”, así como un reciente acuerdo en favor del empoderamiento femenino. Boric no ha entrado en el juego mediático de solicitar a España una disculpa por su papel en la conquista, pero sí tuvo una manifestación pública en contra del Rey. En su toma de posesión en 2022, el Monarca llegó 15 minutos tarde, lo que él calificó de “inaceptable”.
En la toma de posesión del presidente colombiano, Gustavo Petro, Don Felipe también pasó un momento tenso. Petro, solicitó al presidente saliente la espada de Simón Bolívar, quien consiguiera la independencia frente a los españoles. Iván Duque se negó, pero una vez Petro tomó posesión dio la orden de que la trajeran. El Monarca quedó sentado mientras el resto de asistentes se levantaron.
Dentro del mapa, los propios países latinos han tejido una red de ofensas entre sí. Sheinbaum no ha invitado a los líderes de Perú ni de Ecuador por no compartir su ideario político, y el vicecanciller venezolano increpó recientemente a Boric por cuestionar los resultados electorales: “Lávate la boca antes de hablar de nuestro pueblo”, le dijo. Entre otros ejemplos.
En definitiva, un tablero político agitado -principalmente por los golpes de tuit- dentro de América Latina, dos crisis diplomáticas abiertas con España y el antiespañolismo flotando en el aire. Quedan tres meses para que la Princesa embarque, y la situación puede serenarse.
La escritora venezolana, Karina Sainz Borgo, en conversación con este medio, rescató unas palabras que Arturo Pérez Reverte dedicó a la Princesa en unos premios: “Quiero, necesito, veros serena, entera y firme; pero no sólo en discursos navideños, en actos oficiales, en fiestas nacionales, en funerales de Estado, en protocolos vinculados a vuestra posición y trabajo. Quiero verla también, señora, con la ropa chamuscada y el rostro sucio de sudor y tizne mientras ayuda —sois militar, a fin de cuentas— a sofocar en un monte las llamas de un incendio junto a quienes allí se juegan la vida. Quiero verla en un hospital, no de visita, sino expuesta al contagio si es necesario, entre médicos y enfermeros, socorriendo a quienes la epidemia, la enfermedad, el dolor, golpeen con dureza. Quiero veros allí donde los desfavorecidos languidecen, los infelices sufren, los desgraciados mueren».