En plena pugna con el Partido Popular, Vox consiguió llevar el debate político a su terreno en la recta final de la campaña. La migración irregular ocupó la atención de los medios de comunicación después de que Alberto Núñez Feijóo endureciera su posición al respecto. “Pido el voto a los que no admiten que la inmigración ilegal ocupe nuestros domicilios”, dijo. Una copia de su discurso, según Santiago Abascal.
Para una parte del PP, “no es una buena idea” vincular migración con ocupación ilegal. “En este marco, siempre va a ganar Abascal. No podemos asumir su discurso”, en palabras de un barón territorial, para quien ha sido “un error de estrategia” en la recta final de la campaña. “Tal vez esté equivocado, pero no creo que dé muchos votos”, remató su diagnóstico, en conversación informal con este diario. “Es verdad que en Cataluña hay mucho voto pata negra, pero ese ya está en Vox y seguramente no va a volver. Nosotros tenemos que representar la alternativa moderada”, añadió otro alto cargo autonómico. Para un senador popular, “es evidente que Feijóo no está cómodo con este tipo de mensajes”.
Oficialmente, los portavoces del partido defendieron las palabras de Feijóo y las desligaron de su competición con Vox. Así se pronunciaron tanto Cuca Gamarra como Borja Sémper. “No vamos a mirar hacia otro lado de lo que son los problemas reales”, destacó la secretaria general de los populares, para a renglón seguido afirmar que la ocupación de viviendas y la reincidencia “en muchos casos se produce por parte de personas que están en situación irregular”. “Hay que ser firmes y este partido lo es. Queremos una inmigración legal en este país”, añadió.
Objetivo, arrebatar a Vox la cuarta posición
Tal y como avanzó Artículo14, el PP ha optado por endurecer su discurso con el objetivo de superar a Vox en las elecciones del próximo domingo, alzándose con la cuarta posición. El propio Feijóo reconoció este jueves que ese es su objetivo: “El PP será la cuarta fuerza”, auguró en el V foro internacional del diario Expansión. Si bien, los últimos sondeos internos apuntan a que esa batalla está “muy reñida”, en palabras de un alto cargo de la estructura regional. Y el nerviosismo ha ido a más en el PP catalán.
Para lograr el sorpasso, Alejandro Fernández también se está rodeando de perfiles definidos como duros como Alejo Vidal Quadras -quien fuera líder del PPC, que llegó a ser uno de los fundadores de Vox-, Cayetana Álvarez de Toledo o Isabel Díaz Ayuso, que echa el resto este jueves -que estará en Gerona- y viernes a fin de aglutinar el voto en torno al PP.
Zapatero: “Tristeza e indignación”
La dureza del mensaje del PP sobre migración sirvió al PSOE para salir en tromba contra Feijóo, al que acusó de mimetizarse con Vox por miedo a no alcanzar sus perspectivas electorales. La ministra Teresa Ribera habló de “peligrosísima deriva” de “extrema derecha” mientras el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero instó al jefe de la oposición a rectificar de inmediato. “Me produce tristeza e indignación”, aseveró.
“Lo que ha dicho Feijóo no es España, no se parece nada a los españoles. Este es un país defensor de los derechos humanos y que generó muchos inmigrantes en su día por el mundo y queríamos que nos trataran dignamente”, afirmó Zapatero. También terció Sumar, en palabras de su portavoz y ministro, Ernest Urtasum, para quien Feijóo se ha dejado “secuestrar” por las consignas de Abascal.
Precisamente, el líder de Vox se mostró cómodo con la polémica. “Me parece una estafa a los ciudadanos”, contestó a Ángela Vera en Barcelona sobre las palabras de Feijóo. “El PP en la recta final de la campaña se ha enterado de lo que le pasa en la calle”, ironizó, para a renglón seguido denunciar su voto a favor de la regularización de migrantes. “Al PP lo único que le preocupa es Vox. No aspira a derrotar al separatismo o al socialismo, ya nos han dicho que le van a entregar los votos a Salvador Illa”, remató.