La actual legislatura de la Unión Europea, que concluyó con las elecciones del 9 de junio de 2024 y ahora está en proceso de renovarse, ha sido la más feminista de la historia. Cuatro de los 27 países del bloque – Dinamarca, Estonia, Italia y Letonia – están liderados por mujeres, además del nombramiento histórico de Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea y de Roberta Metsola como cabeza del Parlamento Europeo. Además, se baraja el nombre de la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, para ocupar el puesto de Josep Borrell como Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores.
Es por ello que resultó tan extraña la imagen publicada tras la reunión informal de este lunes, en la que los líderes debatieron la candidatura de Von der Leyen para un segundo término en la Comisión. Se trata de una reunión entre los negociadores de las tres principales familias políticas europeas: los socialistas, los populares y los liberales, y muestra a un grupo compuesto únicamente por hombres decidiendo el futuro de los cuatro cargos más importantes del bloque (y de las tres mujeres que probablemente los ocuparán).
Salen fotografiados el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el canciller alemán, Olaf Scholz, como representantes de los socialistas; el primer ministro saliente de Países Bajos, Mark Rutte, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, representando a Renew; y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis y su homólogo de Polonia, Donald Tusk, como negociadores del PPE.
“Cuesta mucho hacer añicos el techo de cristal”
“Esta fotografía me parece muy difícil de explicar, porque a las elecciones europeas se presentaron muchas candidatas femeninas, como Ursula von der Leyen o Teresa Ribera. A Giorgia Meloni no la invitaron”, criticó a Artículo14 la politóloga Verónica Fumanal. Según había compartido en Twitter, “hubo muchas candidatas mujeres en las pasadas elecciones europeas. Pero en el reparto del poder real, no hay ninguna. Año 2024 d. C. y seguimos fuera de los ámbitos de decisión real”.
“Llevamos años conquistando parcelas y, sin embargo, en pleno siglo XXI seguimos sin estar en el poder“, explica María Jesús Güemes, analista de nuestro periódico y periodista de Servimedia. A su juicio, “todos con el uniforme, todos hombres. La imagen desprende testosterona. No saben lo bien que les vendría una mujer en la sala para poner orden. Desde que salió Angela Merkel de la foto, cuesta mucho que aparezca una”.
“Cuesta mucho hacer añicos ese maldito techo de cristal que nos impide acceder a los altos cargos de la política, de las empresas o de las organizaciones. Lamentablemente queda lejos que en España tengamos una presidenta”, remató la periodista, en declaraciones a Artículo14.
Los partidos eligen negociadores hombres
Scholz, Sánchez, Macron, Mitsotakis, Tusk y Rutte se habían reunido para debatir las candidaturas a los cargos principales de la Unión Europea. Las discusiones se centraron en acordar las personas que ocuparán los principales cargos de la UE, negociando las condiciones y necesidades de poder de cada uno de los tres grupos principales.
Todo se resume en los negociadores que ha escogido cada partido político para representarles en los debates sobre las candidaturas para los ‘top jobs’.
Sánchez y Scholz habían sido elegidos por los Socialdemócratas (S&D) el día después de esas elecciones como los encargados de esas negociaciones en nombre de la familia socialdemócrata. Por su parte, el Partido Popular Europeo (EPP) eligió para esa función al primer ministro polaco, Donald Tusk, y a su homólogo griego, Kyriakos Mitsotakis. Mark Rutte y Emmanuel Macron acudieron en representación de Renovar Europa (RE), completando el sexteto masculino.
Es verdad que, a pesar de la inmensa importancia política que tiene hoy Meloni -como líder de Italia, es la fuerza mayor y por lo tanto ‘líder’ de los Conservadores y Reformistas Europeos, con 76 escaños- es comprensible que las tres familias políticas más cercanas al centro no hayan querido invitar a su partido a la reunión de negociadores.
Sin embargo, cabe destacar que los tres partidos de la alianza (RE, EPP y S&D) sí cuentan con algunas de las únicas líderes europeas femeninas. Mette Frederiksen, que es la segunda primera ministra mujer de la historia de Dinamarca, pertenece al partido de los Socialdemócratas y podría haber acudido en lugar de Sánchez o Scholz. Por su parte, la primera ministra de Letonia se llama Evika Silina y está dentro del Partido Popular Europeo, de forma que habría podido sustituir a Mitsotakis o a Tusk.
Cierto es que la cuarta líder es Kaja Kallas, que pertenece a Renovar Europa; su nombre es uno de los que se debate en las negociaciones y por lo tanto su ausencia tiene cierta justificación. Pero también figuraba entre las opciones de los negociadores, y aportado un equilibrio de género que a todas luces ha faltado
El verdadero problema es una falta de representación femenina a nivel político y electoral, escenificado por las elecciones europeas, que han visto una reducción en el voto a mujeres. Sólo tres de los partidos que resultaron victoriosos en sus respectivos países están liderados por mujeres: Riikka Purra en Finlandia, en el Partido de los Finlandeses, Giorgia Meloni con su Fratelli d’Italia, y Marine Le Pen con su Rassemblement National en Francia.