Testimonio

“Julio, agosto y septiembre son meses con cero ingresos para los docentes como yo”

“Como autónoma, no tengo derecho a ninguna prestación durante esos meses. Solo puedo vivir con lo que haya podido ahorrar en el periodo de trabajo”.

Desde 2013, gestionas un centro educativo. ¿Qué es lo que haces y cuál es la dinámica laboral para los profesores?

Sí, en 2013 decidí crear un centro de apoyo escolar, que buscaba fomentar la ayuda en cualquier asignatura, durante la vida escolar de un niño o niña, desde primaria a segundo de bachillerato. La atención es individualizada a para cada uno dependiendo de sus problemáticas y adaptándonos a sus necesidades y capacidades.

Trabajamos dos profesores, en horario de tarde, cuando los niños salen del colegio.

Mantenemos una relación directa con los padres y muchas veces con los propios docentes.

En muchas ocasiones, no solo tenemos que ayudarles en la parte cognitiva, sino también en la resolutiva, enseñándoles a estudiar.

En el mes de julio se ha destruido empleo en la educación. Los docentes que no sois funcionarios, tenéis un parón de tres meses todos los años. ¿Te ocurre a ti?

Desde que se suspendieron los exámenes de septiembre, nosotros dejamos de tener alumnos sobre el 15 de junio. En esta fecha, ya se han hecho todas las posibles recuperaciones. Y no volvemos a tener demanda hasta finales de septiembre, principios de octubre.

¿De qué manera afrontas como autónoma tres meses sin ingresos?

Julio, agosto y septiembre, son meses con cero ingresos. Tengo que afrontarlos reduciendo gastos, entre otros, dando de baja servicios como teléfono e internet, cerrando el local y pasando a mi trabajador al contrato de fijo discontinuo.

Y yo como autónoma, no tengo derecho a ninguna prestación durante estos tres meses. Solo puedo vivir con lo que haya podido ahorrar en el periodo de trabajo. En el caso del docente al que contrato, como es fijo discontinuo, si tiene derecho a la prestación por desempleo esos tres meses.

Antes había exámenes en el mes de septiembre y era en verano cuando muchos alumnos requerían de estos centros de apoyo, ahora con los exámenes de recuperación en junio, ¿cuándo concentráis el trabajo? ¿tenéis menos volumen de trabajo que hace años o simplemente se acumula en épocas diferentes?

Sí desde la pandemia, y después de quitar los exámenes de septiembre, el volumen de trabajo se ha reducido muchísimo. Pero la mayor concentración de trabajo se produce en el mes de mayo y la primera quincena de junio.

¿Las mujeres docentes (que sois mayoría frente a los hombres) sufrís mayor precariedad?

No, no creo que suframos mayor precariedad por ser mujeres.

Desde que yo tengo la academia, he visto cerrar algunas y estaban dirigidas por hombres. Quizás por haber sido una actividad mayormente femenina, los padres sienten más seguridad en una mujer.

Sufrimos precariedad por ser autónomas, porque nuestros derechos son muy pocos y nuestras obligaciones son las mismas.

Quiero decir, que yo estos tres meses, sigo pagando mi cuota de autónomos, aunque no tengo ingresos, porque si no lo hago, es detrimento para mi vida laboral.

¿De qué manera se debería plantear el futuro de la educación para evitar que el colectivo viva todos los años estos periodos de inactividad, que en vuestro caso, no son vacaciones pagadas?

La conciliación familiar en verano parece que fue la causa de la desaparición de los exámenes de septiembre. Pienso que esta fue la excusa para no afrontar la verdadera causa: el fracaso escolar.

Yo no sabría decir cuál es la panacea para solucionarlo. Pero este relajamiento de tres meses hace que algunos niños vuelvan al colegio y se les haya olvidado hasta sumar.

Evitar este parón en verano solo sería posible, si hubiera una obligación por parte de las instituciones a un refuerzo en verano, por ejemplo, que se hicieran cursos de técnicas de estudio. Y eso es realmente complicado.

Deberíamos volver a aquel famoso dicho: “Dímelo, y lo olvidaré. Muéstramelo y lo recordaré. Involúcrame y lo aprenderé. Los niños motivados siempre aprenden más rápido.