Felipe VI ha reivindicado, 10 años después de aquel 19 de junio de 2014, el compromiso que expuso ante las Cortes. Desde el salón de columnas, en el acto de imposición de condecoraciones de la Orden del Mérito Civil, el Rey ha pronunciado unas palabras en presencia de la Reina y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Don Felipe ha recordado su “firme compromiso de total entrega a España”. En un momento en que su papel institucional se ha visto cuestionado tras sancionar la ley de amnistía, ha realzado su firme cumplimiento de la Constitución, y ha remarcado que “a ella me ceñiré siempre”. El Monarca ha asegurado que “coherencia e integridad son los criterios sobre los que deben basarse siempre los actos de la Corona y el ejercicio de sus funciones”. Aún, ha precisado, ello suponga un “coste personal”.
Al acto, que ha contado con la presencia de los poderes del Estado en ejercicio, y los órganos constitucionales, ha asistido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado, a diferencia de en el quinto aniversario, contado con la presencia de Begoña Gómez después de su imputación.
El Jefe del Estado ha querido reconocer que este empeño no ha sido en solitario, y ha puesto sobre la mesa el papel de Doña Letizia. “En todo este tiempo he contado con el gran apoyo de la Reina”, ha afirmado. “Con voluntad, dedicación y sensibilidad, su actividad institucional ha contribuido enormemente a dar visibilidad y atención a las necesidades de las personas, especialmente las más vulnerables”. El Monarca se ha referido así a la agenda de la Reina, que recientemente estuvo en Guatemala en viaje de cooperación.
Sus hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, también han estado presentes en las palabras del Monarca. “Hemos contado con el creciente apoyo de nuestras hijas. Junto a los jóvenes de su generación han empezado a vivir y comprender las necesidades de nuestra actividad colectiva las necesidades de nuestra vida colectiva y complejas dinámicas del mundo”.
Precisamente, este acto tiene como finalidad acercar la Corona a la sociedad. Entre los condecorados, 9 mujeres y 10 hombres de edades entre los 35 y los 89 años de edad, provenientes de todas las comunidades autónomas de España. Entre ellos, la figura de Felisa Padilla de las Religiosas de María Inmaculada y Cáritas, quien ha ayudado a los más desfavorecidos “de forma altruista”, o María José Arbués Gracia, restauradora del Área Arqueológica de Huesca, labor que le ha llevado a recomponer más de 70 piezas y restaurar una cantidad innumerable de fragmentos tras su excavaciones.
Servicio, compromiso y deber
En el discurso, Don Felipe ha mencionado los valores que figuran en el emblema que estará vigente un año con motivo de su proclamación: su escudo más los conceptos “servicio, compromiso y deber”.
Servicio, ha asegurado, porque “es inherente y parte medular del propósito de la Corona”. Compromiso, porque es “con nuestra Constitución, con los valores que sustentan nuestra convivencia democrática”, y deber, porque de él “emerge la voluntad de actuar siempre del modo más correcto y cumplir las obligaciones de manera íntegra y ejemplar”.
Para terminar, el Rey ha asegurado sentirse “orgulloso de la sociedad española”, y se ha dirigido a los condecorados como “la mejor muestra de que hay millones de españoles que, al igual que vosotros, trabajan con esfuerzo para ser mejores y y hacernos mejores”.
Después del acto, los Reyes han ofrecido un almuerzo a todos los invitados al acto. Los condecorados se han mezclado entre las autoridades, para reforzar su mérito y aportación a la sociedad.