Fátima Gálvez Marín, conocida en el ámbito deportivo como ‘Tiraora’, comenzó su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 en la modalidad de Trap/Foso. Rompió 74 de 75 platos en su debut olímpico. Hoy, 31 de julio, compite junto con Mar Molné en sus dos últimas rondas de clasificación (desde las 9:00). Partirán como primera y segunda camino de la final, que se disputará por la tarde (15:30).
Con un impresionante palmarés que incluye más de cuarenta medallas internacionales y un oro olímpico en los Juegos de Tokio 2020 en equipos mixtos junto a Alberto Fernández, Gálvez llega a la ciudad de la luz como la número uno del ranking mundial. Es subcampeona mundial 2022 y campeona de Europa, pero aún le falta cumplir un sueño: conseguir la medalla olímpica individual en París.
Desde su niñez, Fátima Gálvez estuvo influenciada por su padre, un gran tirador y cazador, lo que le permitió crecer con el deporte en las venas. Su carácter luchador, perfeccionista y su pasión por el Tiro Olímpico, han sido fundamentales en su carrera. De su madre heredó su pasión por ayudar a los demás, por curarles, por poner una venda o una vianda donde haga falta porque, efectivamente, esta cordobesa nacida en Baena en 1987, hace honor a los productos de su tierra y lleva por bandera su carrera de estudios universitarios (Enfermería).
Ha sido reconocida por su habilidad y precisión desde que comenzó en el mundo del tiro a una edad temprana. Ver a dos tiradoras competir por el oro en los Juegos de Barcelona ’92 fue la chispa que encendió su sueño olímpico. (Hoy, puede copiar esta hazaña junto a su compañera Mar Molné). Ella no se considera una gran favorita, pero está a punto de hacer realidad ese sueño en París 2024.
El apodo cariñoso de ‘Tiraora’ refleja su habilidad y pasión por el tiro al plato, resonando con su destreza y enfoque en este deporte. Gálvez es conocida por su excepcional capacidad de concentración durante las competiciones. De hecho, durante los Juegos Olímpicos, su teléfono móvil permane apagado para mantener su enfoque y calma bajo presión.
Fátima Gálvez es una persona abierta y amable fuera de la competición, a pesar de su intensidad y seriedad en el campo de tiro. Siempre dispuesta a interactuar con compañeros y seguidores, disfrutando de un ambiente relajado y amistoso.
Su camino hacia París 2024 ha estado lleno de esfuerzo y dedicación. Trabajando incansablemente, Gálvez ha perfeccionado cada detalle de su técnica. Su rutina diaria ha incluido sesiones de entrenamiento mental y físico para mejorar su concentración y resistencia. La preparación para los Juegos Olímpicos es un proceso exhausto que requiere una gran fortaleza mental, además de habilidades técnicas.
Fátima Gálvez y su compañero Alberto Fernández establecieron su primera posición, como una de las mejores tiradas del mundo, al lograr la medalla de oro en la modalidad de equipos mixtos en Tokio 2020. Ese logro fue el resultado de años de duro trabajo y dedicación, y ahora, con la experiencia y la confianza que ganó en Tokio, Gálvez está más decidida que nunca a triunfar en París.
La modalidad de Foso Olímpico (Trap), en la que compite, requiere nervios de acero y precisión. Los participantes deben disparar a 125 platos (5 series de 25 platos) al azar desde una variedad de ángulos y velocidades. Una técnica impecable y una concentración extrema son necesarias para cada disparo.
Además de su éxito en el deporte, Fátima Gálvez también es una embajadora de su disciplina, promoviendo el Tiro Olímpico y animando a las nuevas generaciones a practicar este deporte. Su dedicación y su amor por el tiro se reflejan en su compromiso con el desarrollo de la próxima generación de tiradores.
‘Tiraora’, está lista para dejar su huella en los Juegos Olímpicos de París 2024. Con un impresionante historial de éxitos y una dedicación inquebrantable, está a punto de culminar su sueño de toda la vida. Su viaje hasta aquí ha sido notable, y el mundo está ansioso por ver cómo se desarrollará esta emocionante competición.
Mar Molné, primera incursión olímpica de matrícula de honor
Por su parte, la promesa del tiro olímpico, la tarraconense Mar Molné, hizo su debut en los Juegos Olímpicos de París 2024. Molné, de 22 años, también lleva el sello de la caza en sus venas. A los 14 años empezó a disparar a los platos con más acierto que fallo y destacaba año tras año primero en el campo de tiro de Tarragona, luego como parte de la Federación Catalana de Tiro Olímpico y, finalmente, dentro de la Real Federación Española de Tiro Olímpico. El sueño de acudir a unos Juegos Olímpicos está cumplido y su primera incursión en competición, de matrícula de honor.
Su palmarés es impresionante, desde ser campeona europea en individual en 2019, oro en la Copa del Mundo de Kazajistán en 2020, campeona mundial por equipos en 2021 o dos oros conquistados en las Copas del Mundo de Almaty y Rabat en 2023. Certificó su billete para los Juegos de París por ranking mundial en mayo de este año. Molné tiene un futuro más que brillante dentro del Tiro Olímpico.