Ya se ha publicado el último informe migratorio de Eurostat, que recoge las cifras de inmigración a lo largo de 2023 en toda la Unión Europea. En total, el número de nacionales de terceros países que llegaron y se instalaron en la UE fue de 27,635,801, lo que representa el 6,1% de la población del bloque.
La tasa migratoria en Europa ha ido aumentando de manera paulatina en los últimos años, hasta alcanzar su récord en 2022 con la cifra de 5,1 millones. Personas de todo el mundo emigran al continente por motivos diversos y de maneras más o menos legales, con muchos entrando en la UE sin los permisos necesarios y enfrentando peligros. Dato preocupante ya que, de todos los llegados a Europa en 2023, un 49% fueron mujeres y un 22% niños menores de 18 años.
Los países con mayor inmigración
El país de la Unión que más inmigrantes recibió en 2023 fue Alemania, con 7,725,593 llegadas (un 9% de su población total). Esta situación explica el brutal crecimiento de apoyo al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que experimentó un fuerte aumento en popularidad y quedó segundo en las elecciones europeas con un 15.90% del voto.
Este partido capitalizó en el sentimiento de inseguridad y preocupación entre la población alemana respecto a la llegada de inmigrantes y refugiados, desarrollando una plataforma anti-inmigración. Su auge también llevó al resurgimiento del lema “Ausländer Raus” (Fuera Extranjeros) en algunos círculos de extrema derecha, alimentado por canciones y eslóganes nacionalistas. Este tipo de retórica se ha visto sobre todo en eventos y en música popular entre ciertos grupos de jóvenes, fenómeno que ha suscitado preocupaciones sobre el incremento de actitudes xenófobas y racistas.
El tercer país con más inmigración fue Francia, que recibió a 4,074,573 extranjeros (6.0% de su población total). También en este caso, el aumento de la inmigración estuvo relacionado con el más apoyo a la ultraderecha: Marine Le Pen y su partido Rassemblement National (RN) fueron los campeones de las elecciones europeas, doblando al partido de Emmanuel Macron con un 33% del voto. Frente a su victoria, Macron convocó elecciones legislativas; el RN ganó la primera ronda con una plataforma nacionalista que proponía varias medidas anti-inmigración, como eliminar el derecho de suelo y dificultar el proceso de obtención de la nacionalidad. Tras la segunda vuelta electoral, quedaron terceros en la votación, pero mantienen una fuerte presencia en el Parlamento Europeo y en la Asamblea Nacional de Francia.
La situación en España
España ha resultado ser el segundo país de la UE que más inmigrantes recibe. En 2023, acogimos a 4,398,888 personas, un 9.1% de la población total española. El número total de solicitantes de asilo fue de 160,460, equivalente a 3.3 solicitantes por cada 1,000 habitantes, y hubo 15,045 (903 mujeres y 14,142 hombres) menores no acompañados registrados en el sistema de protección infantil fuera del sistema de asilo. Además, 48.3% de los inmigrantes fueron mujeres.
Además, el número de ciudadanos de terceros países que adquirieron la ciudadanía española en 2022 fue 173,355, con una tasa de naturalización de 4.7 por cada 100 residentes de terceros países.
No es de extrañar que, en línea con las situaciones en Alemania y en Francia, la inmigración haya tomado un papel central en el debate político español. Este aumento en las llegadas ha intensificado las preocupaciones sobre la capacidad del país para gestionar la llegada de nuevos migrantes, especialmente en regiones como Canarias, que han visto un incremento del 82% en las entradas irregulares solo en el último año. Frente a ello, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, subrayó que la inmigración ilegal es un “problema real” que va a ser más acuciante en los próximos años y ha insistido en que se debe dar una respuesta “global” que incluya medidas preventivas en los países de origen para frenar las salidas.
En este contexto, Feijóo busca liderar el debate migratorio en España, criticando tanto la “inacción” del Gobierno como las “posiciones maximalistas” de Vox, que ha hecho de la inmigración uno de sus principales temas de campaña. Feijóo señaló que “los extremismos aparecen cuando el elector no recibe respuestas de las políticas institucionales” y ha propuesto medidas como pedir ayuda a la Unión Europea y desplegar las Fuerzas Armadas para defender las fronteras. Cuca Gamarra, portavoz del PP, afirmó que “lo que ha hecho Feijóo desde la responsabilidad es hacer lo que el presidente del Gobierno no hace”, destacando la necesidad de actuar de manera proactiva y coordinada.
Sin embargo, sus propuestas han generado críticas por parte del Gobierno y sus socios, quienes acusan al PP de “girar hacia la ultraderecha” y de “copiar” a Vox. Y la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, ha acusado al PP de “estafar a los electores” al apoyar medidas que previamente había rechazado. En medio de este debate, Feijóo defiende que “la inmigración no es una cuestión de políticas orgánicas” de partido, sino de “políticas institucionales”, y ha insistido en que es el Gobierno quien debe “poner de acuerdo a los territorios” y proporcionar los recursos necesarios para manejar la situación, advirtiendo que sin una gestión adecuada, “la extrema derecha seguirá creciendo”.
Los países con menos inmigración
En el otro lado de la balanza, están los cinco países de la Unión Europea que menos inmigrantes han recibido en 2023, que son Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, Croacia y Hungría. Con solo 22,560 inmigrantes de terceros países, Eslovaquia tiene el porcentaje más bajo de inmigración en relación con su población total, representando apenas el 0.4%. Luego está Rumanía, que recibió 158,800 inmigrantes, lo que constituye el 0.8% de su población. Este país también se encuentra entre los que menos presión migratoria ha experimentado.
Con 65,117 inmigrantes, Bulgaria tiene un bajo porcentaje de inmigrantes, representando solo el 1.0% de su población total. Y Croacia recibió 55,272 inmigrantes, equivalentes al 1.4% de su población total, manteniéndose en el grupo de países con menor recepción de inmigrantes.
Hungría, con 142,421 inmigrantes, tiene una proporción de inmigración del 1.5% en comparación con su población total. La cifra cuadra, dada la mentalidad anti-inmigración de su gobierno, liderado por Viktor Orbán, quien ha implementado políticas estrictas, incluyendo la construcción de una valla fronteriza y la reducción de beneficios para los refugiados, para limitar la entrada de inmigrantes y refugiados al país.