“Estoy más delgada que nunca”, aseguraba Jennifer López hace unos días en el programa ‘Live with Kelly and Mark’. La artista, famosa por sus curvas, sorprendía en la presentación de su última película, ‘Atlas’, con un look donde se apreciaba su bajada de peso. “Acabo de terminar una película que se titula ‘Kiss of the Spider Woman’, donde tenía que cantar y bailar, lo que ha sido estimulante y agotador al mismo tiempo”, explicaba en los mismos micrófonos en unas declaraciones de las que se han hecho eco distintos medios, como la revista Hola, dejando claro el motivo del cambio de apariencia que le acompañaba.
En una sociedad donde cada vez más se impone el body positive, artistas como Jlo, que siempre ha presumido de sus sensuales curvas, parecen querer dejar claro ante todo el porqué de su bajada de peso. La misma Victoria Beckham aseguraba tras el confinamiento que ella había apreciado un cambio generalizado en la percepción del cuerpo de la mujer, tendiendo el canon general hacia cuerpos más curvos y de formas más generosas. Eso, por otra parte, no quiere decir que todas las mujeres tengan que ser iguales. Es conocida de hecho la dieta que sigue de manera estricta la diseñadora para mantener el tipo que luce desde que la conocimos como una Spice Girl.
En nuestro país también podemos encontrar ejemplos de esto. Es el caso de Isabel Preysler, que dio a conocer sus rutinas de alimentación, en la que priman siempre la salud. Es famoso ya su batido multifruta que desayuna, su preferencia por los platos de cuchara y su capricho: las dos onzas de chocolate al 70%. Otro también muy conocido es el de la reina doña Letizia. Es conocida la importancia que le da a comer sano y bien, y se llegó a afirmar que seguía la dieta Perricone.
¿Estamos entonces ante el riego de que la delgadez se convierta en un nuevo lujo? Hay artistas que se han tenido que enfrentar a las más variadas críticas por su variación de peso. Es el caso de la cantante Danna Paola, a quien los comentarios en las redes sociales llegaron a llamar ‘enferma’. Ella no consintió ese ataque y acabó respondiendo con la rutina de trabajo que lleva: sus giras le implican largos entrenamientos de baile y ejercicio, lo que hace que, tras ellos, acabe perdiendo peso. Otra estrella, Tini, también tuvo que salir al paso de la polémica por su físico.
El canon estético ha existido siempre. La sociedad ha gustado de regirse por una serie de normas que marcaban un tipo de cuerpo válido para cada época. De las sensuales formas de la Venus de Milo, pasando por la elegancia de ‘La dama del armiño’, la exuberancia de las mujeres de Rubens o las distintas tipologías femeninas que se dan en el siglo XIX, como la estética que marcó la famosa figura de ‘La parisien’, siempre se busca una referencia (imposible) que sirva como reflejo.
Lo importante, ante todo, es cuidar la salud, y para eso existen lugares como la famosa clínica marbellí Buchinger Wilhelmi, que hizo famosa Carmen Sevilla en su momento estelar en Telecinco, allá por los años 90, y a la que recurrió Tamara Falcó antes de su boda, o el Sha Wellness Clinic, en Altea, lugar de peregrinación de celebrities como la jequesa de Catar, Sheikha Mozah, quien acudía para hacerse las curas de belleza, o el diseñador John Galliano, que vincula su cambio de vida con sus viajes a este centro.
La comida como símbolo
Otro caso es el que planteaba la serie Succession. En ella la comida se empleaba, como si de una naturaleza flamenca se tratara, como una expresión del poder económico. En los grandes banquetes de la serie lo que no vemos a la gente es comer. E, incluso, ellos mismos se obsesionan con la posibilidad de morir envenenados –algo que también sucede en otra serie, Young Royals, en la que el príncipe heredero no prueba nada de la comida que le traen sus invitados por cuestiones de seguridad–. En el caso de la familia Roy, es un concepto de clase, como sucedía en la España del XVIII donde la comida del monarca era todo un acto protocolario pensado única y exclusivamente para ensalzar la majestad del rey, un hombre que carecía de ceremonia de coronación pero cuya vida era toda una puesta en escena para celebrar su grandiosidad.
Sea como fuere, lo que debe quedar claro siempre es la adaptación siempre al tipo de cuerpo. La misma Jennifer López lo reconocía en la entrevista: “Estoy en forma para luchar ahora mismo”. Lo que no terminó de explicar es contra quién.