Ángel Escribano, nuevo presidente ejecutivo de Indra tras el nombramiento de Marc Murtra al frente de Telefónica, asume la presidencia de la compañía con su hoja de ruta hasta 2030 diseñada. La misión a ejecutar, como así recoge su plan estratégico Leading the Future, es convertir a Indra en diez años en el coordinador nacional que lidere del ecosistema español en defensa, aeroespacio y tecnologías digitales avanzadas.
Los objetivos financieros también están dibujados: Indra espera alcanzar unas ventas de más de 6.000 millones de euros y un margen de ebitda (beneficio bruto de explotación) superior al 12% en 2026. A 2030, ambiciona unos ingresos de 10.000 millones. Más allá los objetivos estratégicos y financieros, la compañía afronta el reto de incorporar talento femenino. Actualmente faltan mujeres en el consejo de administración, la alta dirección y los puestos de gestión.
Consejo de Administración
El desembarco de EM&E Group (Escribano Mechanical & Engineering) en el consejo de administración de Indra el pasado mes de mayo con Javier Escribano (el hermano menor de Ángel) como consejero dominical, implicó la reducción de la presencia femenina al 31,25%. La consejera independiente Elena García comunicó su cese voluntario para contribuir a la reorganización del consejo y facilitar la entrada de EM&E, el segundo accionista de Indra con el 14,3% del capital. En diciembre de 2024, EM&E reforzó su posición con un 8% adicional.
El consejo de Indra cuenta con 16 miembros, de los que cinco son mujeres: Virginia Arce, Belén Amatriain, Coloma Armero, Olga San Jacinto y Ángeles Santamaría todas ellas independientes. Ana María Sala, secretaria del consejo, no es consejera. Los mandatos de los consejeros de Indra tienen una duración de tres años, con posibilidad de ser reelegidos. Este año finalizan los mandatos de once de sus miembros, lo que facilitará la incorporación de nuevas consejeras. En su último Informe Anual de Gobierno Corporativo (IAGC), Indra manifestaba su voluntad de seguir “trabajando para alcanzar, al menos, el 40% de consejeras del total de miembros del consejo de administración”.
Renovación
La finalización de mandato afecta a los tres consejeros dominicales de SEPI, primer accionista con cerca del 28% del capital, Miguel Sebastián (consejero desde 2019), Antonio Cuevas (desde 2019) y Juan Moscoso del Prado (desde 2022). También en están en esta misma situación Jokin Aperribay (desde 2022), representante de SAPA, que cuenta con un 7,94% de las acciones, y Luis Abril, consejero ejecutivo de Indra y director general del negocio de TI, que ocupa el cargo desde 2022. En el caso de los independientes afecta también a cuatro de las cinco consejeras: Virginia Arce, Belén Amatriain, Coloma Armero y Olga San Jacinto, todas ellas nombradas en 2022.
Con un consejo de 16 miembros, la incorporación de una consejera sería insuficiente para alcanzar la cuota que marca la Ley de Paridad. Dada la voluntad de cumplimiento de la compañía, sería necesario incorporar, al menos, dos mujeres más. Sin embargo, no resulta sencillos encontrar perfiles adecuados en el Ibex 35. Por ello, existe la posibilidad de que las consejeras independientes que únicamente llevan un mandato sean reelegidas hasta 2028.
Alta dirección
En cuanto a la alta dirección, Indra únicamente cuenta con una ejecutiva. Se trata de Sofia Collado, Chief Human Resources Officer, máxima responsable de Recursos Humanos, quien se incorporó a Indra como directora global de Recursos Humanos en Minsait (filial de Indrra). Es la única mujer entre los doce miembros del comité ejecutivo. La escasa participación de mujeres en las cúpulas directivas es una realidad en las grandes cotizadas españolas, donde apenas alcanzan el 25% de participación.
A medida que se desciende en el nivel de responsabilidad en la empresa, la presencia femenina aumenta. Si se amplía el foco a mujeres en posiciones directivas, ellas suponen casi el 20% (19,73%): son 115 mujeres frente a 468 hombres. En puestos de gestión, representan el 26,40% del total (más de 1.250 mujeres frente a casi 3.500 hombres), mientras que en el ámbito técnico su participación asciende al 30,85% (ellas suman casi 12.100 empleados, frente a más de 27.000 hombres).
Más del 32%
En tareas de soporte, superan la representación del 40% (ellas son un 41,14% de sus 12.000 trabajadores), porcentaje que también se roza en lo que la compañía llama otras categorías (con un 36%). El talento femenino supone el 24% de las posiciones relacionadas con áreas de ingresos, y el 33% de las posiciones STEM. En conjunto, las mujeres suman el 32,63% de los 57.755 trabajadores del grupo, según los últimos datos disponibles correspondientes a 2023.
Además de aumentar la presencia femenina, otro reto para el nuevo presidente será cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres, que fue del 2,68% en el total del grupo. En la dirección, esta brecha alcanza el 6,19%, mientras que en área de gestión se reduce a la mitad (3,32%). Para ello, Escribano tendrá que continuar -tratando de acelerarlos- los planes ya en marcha para incorporar talento femenino como son la promoción de vocaciones STEM entre mujeres o la inclusión de la perspectiva de género en los procesos de selección y promoción. En 2023, el 31% de las nuevas incorporaciones fueron mujeres; y representaron el 28% del total de promocionados.
Junta de Accionistas
Escribano asume la presidencia con las mismas facultades ejecutivas en el ámbito corporativo e institucional que tenía su antecesor, Marc Murtra, “que se ejercerán en coordinación con el liderazgo operativo y de negocio del consejero delegado, José Vicente de los Mozos”. Según Indra, los acuerdos anteriormente referidos garantizan la continuidad en la ejecución del Plan Estratégico 2024-2026, y cuentan con el respaldo de los principales accionistas de la sociedad. El siguiente paso será su ratificación en la junta de accionistas, donde también podría aprobarse la incorporación del más mujeres al consejo.