Ante el reciente acuerdo de la UE para impulsar un plan de rearme con 800.000 millones de euros, y la intención expresada por el presidente del Gobierno de acelerar el incremento del gasto en defensa de nuestro país, el Consejo General de Economistas ha organizado una conferencia para analizar la situación geoestratégica y su incidencia en la economía española, de manera particular en el sector de la defensa.
Víctor Bados, general de brigada y director del Instituto Español de Estudios Estratégicos del CESEDEN, diplomado de Estado mayor y ha participado en distintas misiones en el exterior, ha informado sobre las recientes reuniones que ha mantenido en Kiev con el director adjunto de la Oficina del presidente Zelenski y con el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania–, y Antonio Fonfría, profesor de Economía Aplicada en la UCM, diplomado en Altos Estudios de la Defensa y profesor de Economía de la Defensa.
Bados ha comenzado su intervención sin florituras, ya que afirma que nos encontramos en un “entorno volátil e incierto, quebradizo y no lineal que produce ansiedad”. Y este entorno, que antes se producía en décadas, ahora es en semanas. “El problema es que ha vencido el buenismo, se ha impuesto el orden liberal y estamos pagando los dividendos de la paz”, asegura.
El problema, afirma, es que anteriormente estábamos en el mismo equipo con Estados Unidos, lo que ha cambiado, y en la actualidad Europa no se ha preparado para asumir el crecimiento de Rusia y de China a diferentes niveles. Por otro lado, define al país liderado por Putin como “el oso mancillado en su orgullo”, y ha ejemplificado distintos momentos en que la OTAN ha ido expandiéndose sin cumplir con la “promesa” que se fijó en el año 90 tras la unificación de Alemania. “Se le prometió que no se iba a expandir ni una pulgada hacia el este, pero Clinton firmó el plan para ampliar la OTAN y empezó a expandirse”. El general ha aclarado que no justifica la invasión de Putin, pero que hay que entender al enemigo para poder enfrentarse a él. “Hemos estado jugando a que Rusia y China entren en el club de las democracias liberales”. En este sentido, Bados no ha dejado lugar a la duda: “En una política tarifaria que ejerce Trump hay que plantearse si el orden internacional sigue existiendo”. Y, lo que es más: “La OTAN no es opción para nosotros El mundo está cambiando cuando dos elefantes luchan sufre la hierba y nosotros somos hierba”.
Respecto a si debemos centrarnos en la amenaza del sur, Bados ha considerado que todo responde a un conjunto: “Rusia está abriendo un segundo frente en África con el África Corps, por lo que pararlo en el este es pararlo en el sur también”.
En cuanto a la posición de nuestro país, ha apelado a garantizar la seguridad en las empresas para “volver a montarlas y producir proyectiles”, por citar uno de los múltiples ejemplos que se abren en estos momentos sobre el tablero en cuanto a las capacidades decisivas.
“La Defensa es de mayor importancia que la opulencia”
Por su parte, Fonfría ha comenzado señalando que “La Defensa es de mayor importancia que la opulencia”, refiriéndose a Adam Smith. Y, en su análisis, ha señalado que hemos tenido durante demasiados años la sensación de que “para qué gastar tanto en Defensa si no tenemos con quien pegarnos”. En esta línea, argumenta la importancia de situarnos en la demanda de los ministerios de Defensa y de los países, y como oferta, las empresas”. Lo que, ha explicado, nos diferencia de Estados Unidos es que las grandes empresas en defensa en EE UU se fusionan dentro de un proceso de consolidación. “En Europa no existe porque somos más de 20 países y cada uno tiene sus estrategia y su soberanía y no lo sueltan”. Y aporta el dato: “La industria de Defensa europea es un tercio de la de Estados Unidos”. A lo que se añade que cada uno de los países es soberano en su industria.
Si a esta situación sumamos la advertencia de Úrsuela Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, de que el presupuesto bajo se ha acabado -exige incluso llegar al 3% del PIB- “No somos competitivos comparativamente con EE UU más allá de tecnología, y competimos por los mismos mercados”. Para un mejor entendimiento, se ha referido a los carros de combate: “Europa tiene 19 carros de combate distintos, España tiene uno. Sólo el mantenimiento de 19 sistemas de armas distintos supone unos costes brutales con unos presupuestos mucho menores. Estados Unidos ha dicho que nos busquemos la vida y no tenemos capacidades”.

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Ambos analistas han coincidido en una falta de estrategia. “El mercado de Defensa no es hegemónico como el textil”, señala. “Las políticas industriales no son una, son varias”. En este escenario, ¿Qué papel cumplen los gobiernos? “Son clientes pero también son accionistas que financian el desarrollo de las empresas a las que contrata”. Y ha advertido: “Hay un bien publico que está por encima de todo esto. que es la seguridad de un país”. Por lo que se pregunta: “¿La UE ha dotado de una mayor autonomía estratégica a la UE en ámbitos militar industrial y tecnológico? A día de hoy todavía no. Los costes son muy altos”.
En cuanto a cómo se va a financiar el aumento de gasto en nuestro país, expone cuatro escenarios: “incrementando la deuda, el déficit -Europa nos lo va a permitir-, los impuestos o el crecimiento económico. Va a haber un mix de todo”. Pero, más allá, del dinero, pone sobre el tablero la falta la dirección. “¿Qué van a comprar las empresas de Defensa a 10 años? Hay países como Noruega o Italia que sí han hecho un plan. Y nosotros vamos con retraso”. Y, concluye, los recursos pueden llegar cuando no hay tiempo ni material para hacerlo.