Tras las filtraciones de las conversaciones entre el Rey Juan Carlos y Bárbara Rey, había expectación por la siguiente aparición pública de la Reina Sofía. Y tuvo lugar este lunes, en la base militar de Torrejón de Ardoz, donde presidió el acto por el 19 aniversario de la UME.
En el atuendo de la Reina Sofía: de chaqueta y pantalón, de color negro, llamó la atención un broche. Un broche broche creado por el joyero galo Pierre Sterlé, que presenta en el centro un zafiro de corte cabujón al que rodea una orla de brillantes. Según la información publicada por los medios, este broche fue regalo de Franco con motivo de la boda de la madre de Felipe VI, pero este medio ha podido saber a través de una fuente muy cercana a ella que no fue así.
Fue regalo del Rey Juan Carlos tras la boda, y que ella lució en el bautizo de Don Felipe. Doña Sofía lanza así un claro mensaje: respaldo a su matrimonio y, por tanto, a la Corona. Y añade un sentido de continuidad en su hijo, el actual Rey.
Los Reyes no pueden dar conferencias, ni salir al paso de las informaciones que se vierten sobre ellos. En ocasiones, su modo de contestar o manifestarse es a través de la ropa que lucen. Doña Sofía prioriza el sentido de Reina que le ha acompañado siempre y se coloca así por encima de este agravio público. Su actitud elegante y solemne ayudó a transmitir esta respuesta.
Desde su entorno afirman: “Está muy bien, ahora lo que más le ilusiona es centrarse en su agenda propia”, comentan. Durante el Reinado de Don Juan Carlos su prioridad era acompañar y apoyar al entonces Rey, pero tras su abdicación y retiro de la agenda pública la agenda de Doña Sofía ha cobrado una mayor independencia.