Crisis en la coalición

Díaz exigirá a Sánchez que el aumento en defensa no salga de partidas sociales

Tras llamar al orden en Sumar, la vicepresidenta fuerza una reunión con el jefe del Ejecutivo. Sánchez quiere "redefinir" lo que se considera gasto militar

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez Kiloycuarto

Pedro Sánchez tiene claro que toca aumentar el gasto en defensa, y está decidido a hacerlo, de un modo u otro. Pero antes de coger un camino, el presidente del Gobierno intentará hacer acopio de aliados, empezando con su socio de coalición, Sumar. Por lo pronto, los de Yolanda Díaz plantean su rechazo a un incremento en la inversión militar, pero no en lo que pueda considerarse “seguridad”.

Díaz reclamó recientemente a Sánchez una reunión presencial, que finalmente se celebrará este martes, en La Moncloa, tras el Consejo de Ministros. Es un contexto tremendamente complejo para la izquierda, en particular para Díaz y para su coalición de partidos, y prevé trasladar al presidente que la línea roja está en que el aumento no afecte a las partidas sociales, afirman fuentes de la dirección de Sumar.

Si la vicepresidenta segunda requirió un encuentro a Sánchez para “escuchar sus planes”, según estas fuentes, Izquierda Unida, dentro de la alianza de fuerzas que componen Sumar, hizo lo propio con la dirección de Díaz. Antonio Maíllo, coordinador federal de IU, ha anunciado la convocatoria de movilizaciones, y ha dado portazo a un incremento del gasto que “nunca” se ha demostrado útil para lograr la paz.

IU y el resto de partidos se reunieron el lunes por la tarde: el punto común alcanzado es rechazar, a priori, el aumento de la inversión en defensa. No se ha establecido un criterio que diferencie entre gasto militar y en seguridad, afirma Europa Press, y se ha fijado que la prioridad será establecer el modelo de seguridad.

En declaraciones en Bruselas, en la mañana de este lunes, Díaz evidenció hasta qué punto le incomoda esta materia. Desde Movimiento Sumar, el partido de la vicepresidenta, plantean que debería buscarse una reorganización para dotar a la UE de autonomía estratégica, y financiarla con cargo a los presupuestos comunitarios, en lugar de hacerlo directamente desde los Estados. El portavoz de Movimiento Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, incidió en la que ya es su máxima: “Tiene que haber un blindaje de las políticas sociales”.

En rueda de prensa, en Madrid, Urtasun apostó por corregir la “principal disfunción” de la UE en esta materia: que existan “27 ejércitos mal coordinados”. La diferencia con IU, que rechaza rotundamente incrementar estas partidas, es más que evidente.

En el lado socialista no albergan dudas de que se producirá el aumento ya comprometido por el presidente, ni se cuestiona que Sumar lo respaldará. Ya tuvieron que tragar con medidas similares en el anterior Ejecutivo con Unidas Podemos -también con Díaz como vicepresidenta-. Y afirman que volverán a hacerlo.

Ni se ha cuantificado públicamente, ni se han establecido plazos: sólo ha trascendido que el Ejecutivo alcanzará la inversión del 2% del PIB en esta materia antes de 2029, como estaba contemplado inicialmente. Hoy apenas ronda el 1.3% del producto interior bruto.

Sánchez busca “redefinir” el gasto en defensa

Por un lado, Sánchez ha dado pistas al incidir en que la inversión debe estar destinada a la “seguridad”, y no ceñirse únicamente a la denominación defensa. El Gobierno sabe que difícilmente tendrá el voto de sus aliados de izquierdas si lleva esta cuestión al Congreso (EH Bildu y el BNG son clarísimos), y tampoco se fía del PP.

Pero advierte de que puede seguir aprobando partidas a través de fórmulas ya utilizadas anteriormente, sin necesidad del concurso del legislativo. “Se pueden aumentar las partidas sin Presupuestos”, insisten desde la dirección del PSOE.

Una de las ideas que también han deslizado estos días pasa por contabilizar, dentro de las cantidades que deberían llegar a ese gasto del 2%, otras partidas. Es decir, cambiar la forma en la que se etiquetan algunas partidas, para acercarse más a la suma requerida. Y en esto coincide con Sumar.

El presidente, aseguran desde la dirección socialista, trabaja ya en “redefinir” lo que se considera un aumento de gasto en defensa, con la vista puesta en su argumentación ante sus socios y ante el PP. “El grupo que no esté de acuerdo tendrá que explicarlo”, aseguran desde Ferraz, donde insisten en que el contexto internacional justifica esta decisión.

Por lo pronto, Sánchez se verá con Díaz este martes, y el jueves ha convocado a todos los partidos con representación en el Congreso, menos a Vox (tampoco al PSOE y a Sumar, al ser Gobierno). A finales de mes comparecerá en el Congreso, pero hoy por hoy los socialistas no esperan grandes anuncios en esa comparecencia, sino que transmita lo abordado en el Consejo Europeo de la semana pasada, así como su diagnóstico de la situación.

Díaz llama al orden entre dardos de Podemos

La vicepresidenta segunda reclamó a Sánchez este encuentro porque entiende que los socios deben tener un espacio de diálogo propio, y no abordar esta cuestión “en el pelotón de todos los grupos” parlamentarios, el jueves, según fuentes de la dirección de su formación.

La mesa de partidos que componen la alianza Sumar se reunió telemáticamente este lunes a las 19.00, a propuesta de IU, para intentar encontrar “una posición razonablemente compartida”. Sumar no comunicó formalmente acuerdo alguno tras concluir el encuentro: “el consenso real es que el posicionamiento va a ser mañana”, afirmaron fuentes conocedoras de las conversaciones, en referencia a la cita de Díaz con Sánchez.

Horas antes, fuentes de la dirección interpretaron que las líneas expuestas con Urtasun bastarían para hacer que se sientan “cómodos” todos los actores, y negaron que el coordinador federal de IU haya mostrado su “total desacuerdo” ante la hoja de ruta de Díaz.

Si el “estamos completamente alineados en lo sustancial” de la portavoz del PSOE, Esther Peña, se antojaba complicado de creer cuando se refería al PSOE y Sumar, en lo que afecta a los equilibrios internos de Sumar, el debate es aún más duro.

“No son tiempos de rearme”; “No es verdad que se diga que esta inversión, desmedida y desorbitada, no vaya a tener consecuencias en términos presupuestarios y en términos de política social”. “Supondrá un recorte lineal del 13% en todas las políticas sociales”, advirtió Maíllo en rueda de prensa durante la mañana.

IU, nacida al calor de las movilizaciones contra la integración en la OTAN, tiene poco margen de maniobra en esta materia. Movimiento Sumar, el partido de Díaz, llama al orden, e intenta forjar consensos. Ya es complejo lograr una posición común ante cuestiones como el acuerdo PSOE-Junts que permitiría la delegación de competencias en materia de inmigración a la Generalitat de Cataluña, pero esto terreno es aún más inestable.

Podemos, que intenta arrebatar a Sumar el liderazgo de su espacio político, ha registrado una proposición no de ley (PNL) en la Cámara Baja para forzar este debate, y para desgastar a la alianza que representa Díaz. Con ellos en el Gobierno, como recuerdan en el PSOE, también se aprobaron incrementos considerables. Ahora pueden permitirse posicionarse en contra, más allá de lo discursivo.