Pedro Sánchez está en el ojo del huracán tras las acusaciones de corrupción a su mujer, Begoña Sánchez, actualmente investigada por supuesta malversación de fondos. Pero no es el único mandatario en sufrir algo parecido. Nada más y nada menos que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se vio envuelta en un asunto parecido por culpa de su marido, Heiko von der Leyen.
El escándalo se centra en la relación profesional de Heiko von der Leyen con la compañía estadounidense de biotecnología Orgenesis, donde ejerce como director médico. La controversia surgió cuando se reveló que esta empresa había recibido fondos de la Unión Europea en dos ocasiones distintas. En una de ellas, una subsidiaria italiana de Orgenesis fue seleccionada para participar en un proyecto de terapia génica y celular respaldado por fondos europeos.
Tras la selección de la empresa para el proyecto italiano, Heiko von der Leyen fue nombrado miembro de la junta supervisora del mismo. Una posición controvertida que, sin embargo, duró muy poco: su inclusión en el proyecto atrajo la atención de los medios italianos, que destacaron su participación. Ante la presión mediática, Heiko decidió rápidamente renunciar a su cargo en la junta supervisora del proyecto.
Además, el incidente llevó a que Ursula von der Leyen actualizara su declaración pública de intereses, ya que inicialmente no había listado el cargo de su esposo en el proyecto. La falta de transparencia en esta declaración inicial levantó sospechas y críticas sobre posibles conflictos de interés, dado el rol prominente de Ursula von der Leyen en la Comisión Europea.
Más problemas
Además de este proyecto, otro consorcio de empresas liderado por MIDA Biotech, una subsidiaria de Orgenesis, recibió una subvención de 4 millones de euros del programa Horizon de la UE. Este hecho incrementó las preocupaciones sobre la influencia de la posición de Ursula von der Leyen en los beneficios obtenidos por la empresa donde trabaja su marido.
El grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea en el Parlamento Europeo, preocupado por la posible implicación de Orgenesis en proyectos financiados por la UE, envió una carta a Věra Jourová, Comisaria de Transparencia, solicitando una investigación. En su respuesta, Jourová afirmó que no había violación de las normas de la UE en ninguno de los casos mencionados.
Jourová explicó que en el caso del proyecto italiano, Heiko von der Leyen no había estado involucrado en el proceso de solicitud ni en la adjudicación de la subvención. También señaló que la decisión sobre la subvención a MIDA Biotech fue tomada por la Agencia Ejecutiva del Consejo Europeo de Innovación y PYMEs (EISMEA), la cual opera de manera independiente a la Comisión Europea.
A pesar de estas aclaraciones, las críticas no cesaron debido a la percepción pública de posibles conflictos de interés y la falta de transparencia. La situación se agravó cuando se reveló que Heiko von der Leyen se había convertido en director médico de Orgenesis justo un mes después de que Ursula von der Leyen firmara contratos de vacunas de la UE con Pfizer y BioNTech.
Las relaciones cercanas entre Orgenesis y Pfizer, así como el aumento gordo en los ingresos de Orgenesis tras la llegada de Heiko von der Leyen, añadieron más fuego a las sospechas. Orgenesis no había iniciado estudios clínicos significativos hasta septiembre de 2022, lo que hizo que su rápido éxito financiero pareciera aún más inusual.