Si ha salido algo positivo del espantoso ‘affaire’ de Gisèle Pelicot — el caso en el que más de 50 hombres violaron a Gisèle a lo largo de diez años, mientras esta era drogada por su marido — es que el mundo ha abierto los ojos ante la cultura de la violación, la manera en la que se humilla a las víctimas, y el valor necesario para romper el silencio. La primera persona en descubrir que las actitudes han cambiado ha sido el alcalde de Mazan, región en la que tuvieron lugar las violaciones.
Durante una entrevista con la BBC en septiembre de 2024, Louis Bonnet intentó minimizar el impacto de lo sucedido a Gisèle con la excusa: “Después de todo, nadie ha muerto”, lo que desató una ola de indignación tanto en Francia como a nivel internacional. La lluvia de críticas ha sido tal que Bonnet ha tenido que presentar disculpas públicas, afirmando: “Entiendo que estos comentarios puedan ser chocantes y lo lamento sinceramente”. Pero las disculpas no han sido en absoluto suficientes para frenar las amenazas que ha recibido por querer blanquear la gravedad de las violaciones en general, no solo la de Gisèle.
Desde que se emitió la entrevista, el alcalde ha sido objeto de múltiples amenazas por teléfono, en redes sociales y en la misma alcaldía. Según cuenta él mismo, “he sido amenazado, insultado. La última [situación] que me obligó a presentar una denuncia fue cuando alguien pidió mi dirección en la alcaldía para organizar una redada en mi casa”. Debido a la gravedad de las amenazas, la gendarmería ha proporcionado protección al alcalde, quien ha decidido retirarse temporalmente de la vida pública.
Tensión en la pequeña región
El miércoles 25 de septiembre, la reunión del Consejo Municipal de Mazan se llevó a cabo en un ambiente tenso. Para garantizar la seguridad, se tuvieron que implementar controles en la entrada del edificio. Varios miembros de la oposición abandonaron la sesión exigiendo la dimisión de Bonnet, y debido a la falta de quórum, el consejo fue suspendido y pospuesto para el lunes siguiente. Uno de los principales opositores, Stéphane Coulon, declaró: “Si yo fuera alcalde, ya habría organizado una manifestación de apoyo a Gisèle Pelicot para demostrar que Mazan es una comunidad solidaria”.
Pero a pesar de las críticas y las solicitudes de dimisión, Bonnet ha reiterado su apoyo a la víctima y subrayado que no tiene intención de renunciar: “Recibo también muchos correos y mensajes de apoyo de los habitantes de Mazan. En el fondo, cuando nuestro pueblo se retrata como un nido de violadores, es normal que la gente reaccione”. Bonnet también añadió que lo ocurrido en la familia Pelicot “no representa al conjunto del pueblo”, a pesar de que Dominique Pelicot, el marido de Gisèle, fue capaz de encontrar a más de 80 hombres desconocidos dispuestos a violar a su mujer dentro de la propia región.
Arde Mazan
Además de las amenazas relacionadas con sus comentarios, el alcalde enfrenta una denuncia por acoso, presentada por dos policías municipales. Estos agentes, que ya habían presentado una denuncia en julio, afirman haber sido objeto de presiones y vigilancia por parte de Bonnet mediante las cámaras de seguridad instaladas en Mazan. Uno de los agentes se encuentra actualmente de baja médica. El alcalde, por su parte, ha convocado a los agentes a una reunión disciplinaria, alegando que han cometido una falta, aunque no ha especificado la naturaleza de esta.
Por otro lado, también se critica a Bonnet por mantener en su equipo a Silvère Jouberteau, adjunto a la vida escolar y los deportes, condenado en 2021 a 12 meses de prisión con suspensión de pena y cinco años de libertad condicional por agredir a un menor de origen extranjero con su coche. Pero Bonnet ha defendido a Jouberteau, afirmando que “no está inhabilitado”.
El caso de violación de Gisèle Pelicot, altamente mediático, sigue generando un profundo malestar social, especialmente entre los jóvenes, quienes han expresado su indignación en redes sociales y su apoyo hacia la víctima, y las víctimas de violaciones en general. Otro punto polémico es el de la difusión de las imágenes de los crímenes, ya que la defensa de la víctima ha solicitado la apertura del juicio al público, mientras que algunos abogados de los acusados se han opuesto a la difusión masiva de los vídeos por considerarlos indecentes.