Crisis en aumento en el PSOE: “¿Cómo vamos a salir a la calle a defender esto?”

Las quejas se reproducen por las estructuras socialistas de Castilla-La Mancha, Extremadura o Madrid mientras Sánchez califica el pacto de “magnífico”

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, este miércoles. EFE/ Ángeles Visdómine

Nunca Ferraz había estado tan alejada de sus estructuras territoriales. Ya no son únicamente Emiliano García-Page y Javier Lambán. Otras voces socialistas han expresado en público y en privado su enorme malestar con Pedro Sánchez por el preacuerdo con ERC, que teóricamente permitirá a Cataluña una financiación propia. “Nos deja a los pies de los caballos, ¿cómo vamos a salir a la calle a defender esto?”, se exaspera un alto cargo andaluz, en conversación con Artículo14.

La catarata de críticas fue a más al tiempo que el presidente del Gobierno sacó pecho del acuerdo alcanzado con ERC. “Todo el PSOE quiere a Salvador Illa de presidente”, sentenció Sánchez en su balance del año político, desdeñado las quejas de Page. “La noticia sería que apoyara al Gobierno de España”, ironizó sobre el líder castellanomanchego. “Claro que queremos que Illa sea presidente, pero no a costa de que en el resto del país nuestro discurso quede hecho añicos”, enfatizaron desde Castilla-La Mancha.

En una declaración institucional, García Page solemnizó su opinión sobre este preacuerdo. Mediante un mensaje cargado de recados hacia su partido, el que más destacó fue cuando señaló que el pacto no le vincula y no le representa. “No puede prosperar en el Congreso. No lo puedo apoyar y confío en que mi partido no lo tolere”.

Es más, Page se mostró convencido de que el PSOE “no va a acabar avalando” la propuesta para que ERC apoye la investidura de Illa como presidente catalán a cambio de gestionar el cien por cien de los tributos en esa autonomía.

En línea con su postura crítica, reconoció que el independentismo quiere romper España. Por ello señaló que el socialismo se fundó “para acabar con la desigualdad”. Una cuestión, argumentó Page, que no tiene sentido que el PSOE promueva ahora y que supone “una serie continuada de la misma película”, en referencia a la rebaja del delito de malversación o la aprobación de la amnistía.

El presidente de Castilla-La Mancha no se guardó ninguna carta y también tuvo tiempo para criticar a la formación independentista. Sobre ERC, dijo que el preacuerdo es lo “menos Esquerra” que él puede imaginar, ya que no representa a los “partidos de izquierda”.

Castilla y León, también crítica

Este miércoles también se pronunció al respecto el líder socialista en Castilla y León, Luis Tudanca. Tudanca afirmó estar “tranquilo” tras conocer el preacuerdo porque está convencido de que las propuestas de los independentistas “no se llevarán a cabo”, al tiempo que trasladó su rechazo a que haya una financiación “singular” para Cataluña que perjudique a Castilla y León.

Aragón compartió esta tesis. Fue el pasado martes cuando el expresidente autonómico y barón socialista Javier Lambán tachó de “inadmisible” el preacuerdo porque, a su juicio, va a suponer “una quiebra brutal de la igualdad entre todos los españoles”. Asimismo, lanzó una advertencia de cara al futuro: “El independentismo consigue todos sus objetivos y el PSOE puede entregar España a cambio de la investidura de Salvador Illa”.

Por su parte, el líder socialista en Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, también mostró reticencias -aunque en tiempo condicional- sobre el preacuerdo. Sobre este, Gallardo espera que no quiebre el principio de igualdad, porque en caso de hacerlo “estaremos hablando de algo más grave que es fallar al conjunto de los españoles”, apostilló.

Desde la Comunidad de Madrid, los socialistas no quisieron hablar de críticas. Su secretario general, Juan Lobato, aseguró defender la “cohesión” e “igualdad”, a la vez que cree que el modelo de cupo en Cataluña “no es el ideal”. Lobato dejó claro en todo momento que sus palabras tenían un fin de “análisis y pedagogía” para aportar al debate del modelo de financiación autonómica.

En la estructura andaluza, las críticas en privado arreciaron, aunque Juan Espadas se alineó públicamente con Sánchez. Si bien comenzó señalando que los intereses de Andalucía “son lo primero”, también agregó que “es evidente que si el Gobierno de España ha avalado los términos de ese preacuerdo, yo en principio tengo plena confianza en que se va a cumplir el compromiso principal de que el interés general esté preservado, el de todos los territorios de España y el de Andalucía”, dijo.

Asimismo, las federaciones gallega -que se expresó en similares términos a la andaluza-, murciana, valenciana o cántabra avalaron el pacto de preacuerdo entre los socialistas y los republicanos.

“Muy cerca” de Page o Lambán

Fuera de lo que concierne a los diferentes mandos políticos, el expresidente del Gobierno Felipe González fue el último en pronunciarse al respecto. Sobre el preacuerdo para investir a Salvador Illa en Cataluña afirmó que en este asunto se siente “muy muy cerca” y “muy solidario” con dirigentes socialistas críticos como Page y Lambán.

En una entrevista con la Agencia EFE para analizar la actual situación de Venezuela, y preguntado también por este preacuerdo con ERC, González indicó que quiere “separar problemas” y que prefiere abordar esta segunda cuestión más delante.

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