Decía Paul Klee, en su obra Wege des Naturstudiums (Los caminos del estudio de la naturaleza, 1923) que “el diálogo con la naturaleza sigue siendo para el artista una condición sine qua non. El artista es hombre; ¡también él es naturaleza, trozo de naturaleza en el área de la naturaleza!”
Y como tal, siendo parte del ser humano, la naturaleza ha sido siempre una importante fuente de inspiración (ahora quizá más de preocupación) para los artistas. En esa voluntad de comprender este diálogo, la Fundación La Caixa, en colaboración con el Centro Pompidou nos invita a hacer retrospectiva en torno a los últimos cien años de ciencia y cultura, arte y mundo natural, en una sorprendente y cautivadora exposición que aúna las distintas perspectivas que expresaron artistas fundamentales del S.XX ante el mayor milagro de la vida; la naturaleza.
Hablamos de artistas de la talla de Picasso, Dalí, O´Keeffe o Kandinsky, cuyas obras reciben al visitante nada más entrar en la exposición y que son el punto de partida para reactivar nuestro vínculo con el mundo de los seres vivos.
Destaca su singular enfoque multidisciplinar y presenta alrededor de ochenta piezas distribuidas en cuatro apartados: metamorfosis, mimetismo, creación y amenaza
“Arte y naturaleza. Un siglo de biomorfismo”, que se podrá ver en CaixaForum Madrid hasta el próximo 9 de junio, pone de manifiesto el diálogo entre el arte y la naturaleza en el marco de la creación artística de los siglos XX y XXI, desde el surrealismo hasta la época actual.
El recorrido, temático e inmersivo, presenta alrededor de ochenta piezas distribuidas en cuatro apartados: metamorfosis, mimetismo, creación y amenaza. La exposición ofrece una oportunidad extraordinaria de reflexionar sobre el pasado y el presente de la relación entre el arte y la naturaleza, en un recorrido multidisciplinar a través de la pintura, la escultura, la fotografía y el diseño de artistas de la talla de Dalí, Raoul Hausmann, Kandinsky, Miró, Le Corbusier, Paul Klee o Alvar Aalto, etc.
Del arte contemplativo al arte activo en 80 obras
También sobresale la presencia de importantes artistas de las últimas décadas que han aportado nuevos puntos de vista comprometidos con la suerte del planeta, como Pamela Rosenkranz o Neri Oxman, que nos hablan de la atracción por las formas híbridas, la naturaleza como modelo, la creación con elementos naturales y el peligro de un cambio irreversible que termine con la belleza y la diversidad de la vida.
En Articulo14 hemos hablado con Muntsa Ciurana, curadora y gestora cultural, con una amplia trayectoria en el campo del arte contemporáneo, y coordinadora de “Arte y Naturaleza”. Ella nos da las claves de la muestra.
¿En qué momento y cómo surge la iniciativa de organizar una exposición como “Arte y Naturaleza”?
La iniciativa es fruto de la alianza que Fundación “La Caixa” tiene con el Centro Pompidou, institución de referencia en el arte moderno y contemporáneo. Con el espíritu que compartimos ambas instituciones de poner en relación todas las épocas y disciplinas artísticas, esta exposición surge a propuesta de su comisaria (Angela Lampe). La idea se impuso también debido a la gran relevancia de la naturaleza como nuevo paradigma en las ciencias humanas (Baptiste Morizot, Emanuele Coccia, Vinciane Despret, Donna Haraway), y recoge el resurgimiento de las formas orgánicas en la práctica de los artistas contemporáneos.
¿Cuáles han sido los principales desafíos o dificultades a los que se ha enfrentado a la hora de coordinar esta exposición?
la variedad de disciplinas artísticas que presenta conlleva un reto a la hora de encontrar una museografía que ponga en valor todas las obras por igual
La exposición tiene varias características que la hacen especial e implican un cierto desafío para todo el equipo. Una de ellas es la variedad de disciplinas artísticas que presenta (pintura, escultura, fotografía, cine, objetos de diseño, instalaciones, entre otras). Esto conlleva un reto a la hora de encontrar una museografía que ponga en valor todas las obras por igual, y que a la vez sea amable con el espacio, garantice los requerimientos de seguridad de las obras y acompañe al discurso de una manera fluida.
o el mantenimiento que requieren algunas de las obras “orgánicas”, como la obra de Giovanni Anselmo, con una lechuga fresca
Otra de las características es que la exposición incluye varias obras de gran formato y especialmente complejas de instalar, como la obra de Skin Pool, de Pamela Rosenkranz, la de Ernesto Neto (Globulocell) o la de Andrew Kudless, una estructura colgante muy delicada.
Igualmente, una de las características que hace compleja la gestión de la exposición es el mantenimiento que requieren algunas de las obras “orgánicas”: la obra de Giovanni Anselmo, con una lechuga fresca, el espectacular ramo de flores de Willem de Rooij y Jeroen de Rijke o el líquido de la mencionada Skin Pool, todas ellas son piezas que requieren un mantenimiento fuera de lo habitual en una exposición.
La coordinación de esta exposición ha supuesto un reto a la hora de tener que presentar una “piscina” en la misma sala que obras de Kandinsky
¿Qué ha supuesto este trabajo en su trayectoria profesional?
Sobre todo, el privilegio de conocer desde dentro las colecciones del Centro Pompidou y trabajar con los expertos y el equipo de esta prestigiosa institución francesa. A nivel más anecdótico y un poco en la línea de lo que comentaba anteriormente, la coordinación de esta exposición ha supuesto un reto a la hora de tener que presentar una “piscina” en la misma sala que obras de Kandinsky, Picasso, Dalí o Arp y mantener a la vez la temperatura y humedad de la sala constantes y según los valores establecidos internacionalmente.
Nada más entrar vemos obras de artistas tan importantes como Kandinsky, O’Keefe, Picasso… ¿cuál es su preferida?
Es muy difícil elegir una pieza entre tantas obras maestras del s.XX. Pero lo realmente interesante es el diálogo que se establece entre estas y otras obras, como las esculturas de Jean Arp y las fotografías de Hausmann, o los cuadros de Kandinsky y la película de principios de siglo sobre los gusanos marinos.
Lo más sorprendente quizá sea el carácter multidisciplinar de la muestra: he visto diálogo entre el vídeo arte, la pintura, la fotografía, la escultura, el diseño, maquetas de Biothing, que entablan una conversación de más de 100 años sobre arte y naturaleza, cultura y ciencia. ¿Cuál ha sido el criterio y el proceso de selección de las obras?
La conservadora de arte moderno del museo francés, Lampe ha concebido el discurso expositivo estableciendo paralelismos increíbles
La selección de las obras es el resultado de la investigación de la comisaria, Angela Lampe, conservadora de las colecciones modernas del Musée national d’art moderne – Centre de création industrielle, en torno al concepto de Biomorfismo y a partir de la colección del Centro Pompidou. La conservadora de arte moderno del museo francés, Lampe ha concebido el discurso expositivo estableciendo paralelismos increíbles y efectos estéticos asombrosos, seleccionando un conjunto de obras de un impacto visual extraordinario.
La exposición se presenta como Arte y Naturaleza, un siglo de Bioformismo, una tendencia que surge como tercera vía entre el surrealismo y la abstracción. ¿Puede desarrollar el significado de este concepto?
La palabra “biomorfismo” recupera los términos griegos “bios” (vida) y “morphé” (forma) y se incorpora a la historiografía de las artes en 1936 gracias a Alfred Barr, el entonces director del MoMA, y a su famoso diagrama de clasificación del arte moderno. Se entiende “biomorfismo” como una tendencia artística transversal que responde a la idea de la forma plástica relacionada con la materia viva, en contraposición a las formas geométricas del arte de principios del siglo XX.
¿Hay alguna obra que sea clave o que quiera destacar por alguna razón? Skin Pool, de Pamela Rosenkranz, que simula ser un estaque de piel humana, es quizá es la que más sobrecoge.
Skin Pool es una pieza muy vistosa y espectacular, que aporta una reflexión más contemporánea y con un enfoque crítico y conceptual. Pero también destacaría las obras de la segunda mitad del s.XX, con piezas de representantes del Land Art americano o del Arte Povera italiano, que llevan el vínculo entre el arte y la naturaleza un poco más lejos, emplean la naturaleza como materia misma de la obra artística.
¿Cuál está siendo la respuesta del público?, ¿hay algún aspecto que haya generado un interés en particular?
La muestra está teniendo muy buena acogida entre el público, que reacciona tanto ante la espectacularidad de las obras presentadas como ante la reflexión que suscita el discurso para repensar nuestros vínculos actuales con el mundo de los seres vivos, ahora que nuestro mundo se estremece bajo múltiples crisis (climática, ecológica, geográfica…).
¿Cuál es el propósito de la exposición? ¿Por qué el público no puede perdérsela?
Es una oportunidad única para ver, juntas en una misma sala, obras maestras de los grandes artistas del S.XX que, además, cuando las obras vuelvan a la institución francesa al finalizar la itinerancia, no podrán visitarse a causa de las reformas que obligará al museo francés a permanecer cerrado al público durante cinco años a partir del 2025.