PLANES CON CARLA DE LA LÁ

Bellísimas personas, inteligencia, tiempo y dinero

Esta semana otoñal, la escritora profundiza sobre asuntos de interés como son la solidaridad y el compromiso a la vez que nos recomienda con su humor irreverente los planes más versátiles

Me divierte y me asusta (como una peli de George A. Romero) la puerilidad con la que se reparten los apelativos de “bueno y solidario” en este mundo. Este es un tema que saco a colación habitualmente entre aquellos a los que se les ilumina la cara sintiéndose muy bondadosos y aquellos a los que se les llena la boca autoproclamándose solidarios.

– Me considero una bellísima persona…- dicen algunos.

– ¿Cuánto de tu tiempo y de tu dinero dedicas cada mes a ayudar a los demás?

En efecto, esta pregunta tan sencilla es la clave de todo lo que una persona moderadamente inteligente debe saber de sí misma. Y la respuesta sincera a esta pregunta nos da la verdadera talla de nuestra filantropía.

– Fulanito es buenísima persona.

– ¿Sí? ¿Cuánto de su tiempo y de su dinero dedica cada mes a ayudar a los demás?

No crean que la pregunta se entiende fácilmente; al escucharla la gente no comprende, o finge no comprender, o se sonroja, igual que yo cuando la escuché por primera vez. Ese día cambió mucho mi concepción sobre mí misma y sobre los demás. Y cuando digo los demás, no me refiero a tu marido, ni a tus hijos, ni a tus amigas, ni a tus padres, ni a tu tinderman ¡eso está descontado!; la familia no son los demás.

La pregunta hace referencia a la gente sabemos que está en situación de necesidad, ya sea económica, afectiva o de infraestructura… los demás son la gente (coñazo) con la que no nos unen lazos de consanguineidad, ni simpatía siquiera, pero de la cual conocemos o podemos intuir su sufrimiento, si no miramos hacia otro lado.

Y no es necesario adoptar niños en Ruanda, la solidaridad empieza por uno mismo, como epicentro, sabiendo que debemos nuestra asistencia y protección a todo el que nos encontremos, cada día, sea quien sea. Todos los días el mundo nos ofrece la posibilidad de colaborar con alguien que lo necesita con algo de nuestro tiempo o de nuestro dinero.

Valor y máxima sinceridad, ¿sois verdaderamente solidarias, desprendidas o, por el contrario, delegáis la compasión que solo ejercéis de boquita, en los bolsillos o el esfuerzo de “los otros”?

Últimamente pienso mucho en esto (me da vergüenza no haberlo pensado mucho en mi juventud) y lo hablo con mi familia, con mis hijos y amigos. Y ahora con vosotras, hermanitas. Permitidme pues la impertinencia ¿Cuánto de vuestro tiempo o dinero invertís cada mes en los demás?

Cita con la verdad: Y no me vale moralidades a lo Séneca; el famoso pensador romano era conocido por sus discursos en la línea del estoicismo, el desapego hacia los bienes materiales, la práctica de la austeridad etc. pero luego, vivía rodeado de lujo, riquezas, esclavos, en la más exagerada opulencia. Se dice que era glotón y que se hacía traer los mejores vinos de donde fuera. Naturalmente esta incoherencia se le criticaba, a lo que él respondía con muchísima elocuencia, que una cosa son las “ideas” y otra muy distinta “los hechos”. Que él era filósofo y no un santo, y que bastante mérito tenía con haber pensado que la sobriedad podría ser buena para los hombres, que no le exigiéramos también poner sus pensamientos en práctica. Que él era un sabio, no un virtuoso. Mis obras favoritas de Séneca son “Cartas a Lucilio”, una colección de cartas filosóficas; “Sobre la brevedad de la vida”, un ensayo sobre el uso del tiempo; “Sobre la ira”, un tratado sobre el control de las emociones, y “Sobre la vida feliz”, donde reflexiona sobre la verdadera felicidad y la virtud.

Cita con tu “bff”: En este caso con la La Fundación Aladina, referencia nacional en el escenario del cáncer infantil, puso en marcha hace un par de años la “Escuela de Cocina Aladina”, la primera escuela de cocina 100% solidaria ya que destina todo lo recaudado con las clases a su proyecto de investigación internacional “EpicKids”, que estudia el impacto de la nutrición en niños enfermos de cáncer. Lo recomiendo porque además de ayudar, la cita contiene a los mejores chefs y expertos culinarios del panorama nacional, que colaboran de manera desinteresada; la fundación ofrece clases de temáticas muy variadas y aptas para todo el mundo sea cual sea el nivel de los asistentes. Lo importante es divertirse mientras se cocina y se colabora con la causa. Todas las clases (por lo general, dos al mes) se publican en la web: www.escueladecocinaaladina.org y en las redes sociales de la fundación: @Fundacionaladina. Cada clase tiene capacidad para albergar a 12 asistentes, que pagan entre 60€ y 100€ por clase, dependiendo del chef que acuda. Se llevan a cabo en el exclusivo espacio de la tienda Gunni & Trentino (Paseo de la Habana 3), que cede de manera solidaria su cocina para este proyecto.

 

Cita con tu inteligencia verbal: Otra forma de hacer un mundo mejor es tan sencilla como leer bien, o mejorar nuestra compresión lectora. En el siglo XXI la información nos bombardea sin parar y aceptando que el tiempo es finito, mejorar la capacidad de leer con mayor eficacia es una habilidad imprescindible tanto en los estudios, como en el trabajo, pero incluso en el manejo lúdico de las RRSS. La Escuela de Superaprendizaje, el nombre es de lo más impactante, la plataforma educativa internacional de ingeniería del conocimiento, para potenciar la inteligencia verbal y el resto de Soft Skills, bajo la dirección de Rubén Correa, ofrece distintos productos software & IA con
entrenamientos para mejorar el enfoque mental. ¡Ciencia Ficción!

Cita con tus hijes: A mí es que todas las tragedias me sirven como ansiolítico, ¡qué le vamos a hacer! Me fascina Titanic, sobre todo el capítulo de los músicos. En medio de la angustia de la tripulación, del pánico de los pasajeros que buscaban botes salvavidas, corriendo en todas direcciones, la actitud valerosa y honorable de los músicos de la orquesta quedó grabada en la memoria de numerosos supervivientes y así se documentó para la posteridad. Bajo la dirección de Wallace Hartley, un verdadero cristiano, solo dejaron de tocar cuando les fue imposible mantenerse en pie al seccionarse el barco y desaparecer bajo las aguas. Los ocho músicos perecieron. El último fragmento que tocaron fue el muy conocido himno en el mundo anglosajón: «Nearer, my God, to Thee» Se dice que Hartley,  quiso dar un último consuelo a los aterrorizados pasajeros e invitarlos, en medio de su desesperación, a volverse con la mayor serenidad a Dios. A los creyentes les recordaba la promesa del Señor de estar con ellos hasta el fin. Y para los que habían ignorado a Dios hasta entonces sería un gran consuelo dejar de hacerlo en ese punto de inflexión. Bien! Madrid Artes Digitales trae ahora a la Nave 16 de Matadero Madrid una exposición inmersiva que el hundimiento del Titanic. Una experiencia inmersiva en 5D formada por instalaciones y proyecciones 360º que recrean estar a bordo, paseando por los camarotes, y escuchar la orquesta en su última canción. 23,40€ y puede adquirirse ya en la página web de Matadero
Madrid. Hasta el 31 de octubre.