A juicio en Estados Unidos el marido de Ana Henao, la millonaria empresaria desaparecida en Madrid

David Knezevich comparecerá el próximo 21 de octubre ante un tribunal de Florida y podría ser condenado a 15 años de cárcel

Ana María Henao y su esposo David Knezevich cuando todavía eran matrimonio RRSS

David Knezevich se las verá con la justicia de Estados Unidos por la desaparición de su esposa, Ana Henao, a la que según la acusación secuestró de su apartamento en el barrio de Salamanca de Madrid. Henao continúa desaparecida y tanto su familia como los agentes españoles y estadounidenses encargados de la investigación del caso creen que Knezevich la asesinó. Su marido se las verá el próximo el 21 de octubre con un tribunal de Florida, donde se le juzgará por secuestro y podría ser condenado a 15 años de cárcel. En el futuro podría ser también juzgado por el feminicidio de Ana Henao.

Knezevich, de 36 años, niega toda relación con la desaparición de su esposa y que haya estado nunca en España. Se ha declarado inocente. Sin embargo, la investigación de la Policía Nacional de España y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos le señalan como el responsable de un crimen retorcido y macabro. Según la familia de ella, Henao, de 40 años y origen colombiano, se había mudado a Madrid después de decidir separarse de su marido, con el que había vivido en Estados Unidos. La mujer le había propuesto repartirse a partes iguales el patrimonio cercano a los 15 millones de dólares generado por la empresa tecnológica que habían fundado juntos, pero él se negaba. La defensa del acusado asegura, en cambio, que la separación discurría en términos amigables.

Tintó las lunas de un coche de alquiler

Henao desapareció el pasado 2 de febrero, el mismo día que las cámaras de seguridad de su apartamento madrileño captaron a un hombre con el rostro cubierto y oculto tras un casco de motocicleta que rociaba con un spray de pintura negra estos aparatos de grabación para cegarlos.
La Policía española logró seguir la pista de Knezevich y descubrió que había comprado en una ferretería de la localidad madrileña de Coslada un spray de pintura como el usado contra las cámaras del apartamento de Henao y dos rollos de cinta adhesiva que se sospecha fueron utilizados para amordazar e inmovilizar a la mujer.

Funcionarios policiales españoles y agentes del FBI buscaron los restos de la mujer en Ajalvir (Madrid) y en el río Jalón a su paso por la localidad soriana de Medinaceli, pero la búsqueda no dio resultados. Aparte de su parecido con el hombre que aparece en la grabación de las cámaras de seguridad del apartamento de Henao, hay otros elementos que incriminan a Knezevich. Unos días antes de la desaparición de su mujer, Knezevich alquiló en una agencia de Belgrado, en su Serbia natal, un Peugeot 308. Los investigadores creen que es el mismo automóvil que, con otra matrícula, fue captado días más tarde por las cámaras de los puntos de peaje en las cercanías de Madrid.

Había recorrido 7.700 kilómetros

El encargado de la agencia de alquiler declaró además que cuando se le retornó el coche, las lunas habían sido tintadas, se la había añadido un nuevo soporte para la placa de matrícula, y había recorrido más de 7.700 kilómetros. El acusado fue detenido en el aeropuerto de Miami, donde aterrizó, según la familia de Henao con la intención de disponer de gran parte de los activos compartidos con su esposa ubicados allí. El FBI ha descubierto que buena parte de las propiedades del matrimonio fueron vendidas tras la desaparición de la mujer.

Knezevich se las verá pronto con la justicia. Joaquín Amills, portavoz de la familia de la desaparecida, le ha pedido a Knezevich que ahora que, según él, está a punto de ser condenado, tenga “un poco de humanidad” y les diga a sus familiares que hizo con el cuerpo de Henao.

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